"Promesa" [Muichirou X T/n]

Capítulo 23

- Aliento de Hielo, Primera postura, Estrellas de hielo. - Coloqué mi espada en horizontal y de esta salieron estrellas heladas girando apuntando hacia el demonio, sin embargo, solo uno llegó a darle, cortando uno de sus brazos.

- (Fue muy rápido, prácticamente no lo vi. ¿Dónde está ahora?, ¿dónde?...) - Había perdido su posición, hasta que un ataque llego a mi por la espalda, una ráfaga de viento que hizo que retrocediera unos cuantos pasos.

- ¡Ja!, así que una Respiración de Hielo, es increíble pensé que ya no existía. Tienes un aura increíblemente fuerte, dime no te interesa convertirte en un demonio, serías poderosa. - Me levanté y volví a colocarme en posición.

- No, no me interesa ser una criatura como tú. Alguien arrogante, despiadado y sin corazón, me desagrada, llega a darme asco. No gracias. - La luna superior se enojo, justo cuando iba a volver a lanzar su ráfaga de viento Luna se interpuso, con sus garras lo arañó y le cortó varios dedos. Un daño poco considerado, sin embargo...las garras de Luna tienen un extraño veneno que hace que su regeneración sea más lenta.

- ¡Maldita gata infeliz!, y tú mocosa. Desaprovechaste una oportunidad muy buena, acabaré contigo fácilmente. Mi nombre es Kizake y seré tu asesino. - Habló con una sonrisa siniestra mientras levantaba su guadaña, dio un pequeño golpe en el suelo provocando que varios rayos cayeran del cielo, uno impactó contra mí y el otro mando a Luna a volar. Mi cabeza dolía y mis oídos sangraban, fue un duro golpe, no entiendo acaso tiene varias habilidades?.

Tres peleas estaban aconteciendo en un mismo lugar y en el mismo momento. Los hermanos Kamado, Genya y la pilar de amor peleaban contra Hantengu y sus emociones, una pelea bastante complicada, estaban en desventaja pero seguían de pie.

El pilar de la Niebla estaba en peores condiciones, sus ataques no le hacían daño al demonio llamado Gyokko y este lo había encerrado en una esfera de la cual no había logrado escapar, sentía impotencia, se había rendido.

Estaba lastimado, el veneno de aquellas agujas era difícil de detener, tenía varias heridas y ya no quedaba oxígeno...estaba aceptando que ya no podía hacer más, que pronto moriría. Fue en ese entonces donde un montón de recuerdos le llegaron a la cabeza, lo estaban aturdiendo.