Su llegada es inevitable, debo empezar los preparativos.

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-¿Jungkook...? Estás pálido, ¿Todo bien? -dijo Taehyung encogiendo su cabeza para apreciar su rostro.

-Ah, si; luego hablamos...
-Taehyung iba a decir algo más pero fue interrumpido por el movimiento de Jungkook para caminar.

Taehyung estaba confundido, habían estado pasando cosas fuera de la común, y como nadie le aclaraba las cosas era difícil para el buscar una razón para todo.
Caminó hasta la puerta de salida evitando los vidrios en el suelo. Abrió la puerta y se asomó con esperanza de ver algo, sin embargo solo vió a una anciana que caminaba por el jardín con una canasta llena de pétalos de rosas. Aclaró su garganta para llamar la atención de la anciana.

-Disculpe, no puede estar aquí... Es propiedad privada. -dijo Taehyung con algo de disgusto, abrió un poco más la puerta ya que solo tenía su cabeza asomada.

La anciana giró su cabeza para mirar a Taehyung, sin embargo, no hubo respuesta, el mismo decidió acercarse suponiendo que no lo había escuchado. Le extrañó que no estuvieran los guardias para sacarla.
Al acercarse se percató de la ropa de la anciana, ropa algo desgastada y muy fina, tenía una pañoleta de color rojo en la cabeza, además de su piel flácida y arrugada.

-Señora, no puede estar aquí.
-dijo firme analizando con más atención el físico de la misma.
-Salga ahora. -ordenó Taehyung señalando con algo de vergüenza la puerta de salida.

La anciana miró los ojos de Taehyung notando su inestabilidad y dijo.

-Me iré, claro. Es muy pronto para estar aquí. -dijo la anciana con una voz temblorosa, dándose vuelta con lentitud para poder estar frente a frente.

-¿A qué se refiere con que es muy pronto? -preguntó Taehyung con dudas de si la anciana estaba cuerda realmente.

-Han pasado cosas extrañas estos días, ¿No? Debe ser difícil para ti no saber la verdad... -dijo la anciana sonriendo un poco mientras seguía con su canasta de pétalos de rosas en sus manos.

-¿Cómo lo sabe? ¿Quien es usted...? -Taehyung observó como la anciana tomaba uno de los pétalos de rosas y lo llevó poco a poco al suelo.

Sin embargo, la anciana se detuvo, una fuerza parecía detenerla. Alzó su cabeza y ojos para mirar a Taehyung con asombro y confusión.

-Niño... Tienes algo, algo especial... -celebró la anciana analizando el rostro de Taehyung.

-Señora, no la entiendo... Yo de verdad... -Taehyung no terminó su oración gracias a la curiosidad de ver qué la anciana volvía a poner el pétalo en la canasta.

-Ven, vamos a hablar. -dijo la anciana dándose la vuelta y caminado hacia un banco hecho de cemento que Taehyung podía jurar que nunca había estado allí.

Taehyung obedeció y caminó junto con la anciana, quien se sentó dejando su canasta a un lado.
Taehyung algo dudoso, se sentó lentamente, mientras esperaba una respuesta de la anciana.

-Disculpe, ¿Podría decirme su nombre...? -Taehyung se acomodó en su asiento mirando a la anciana.

-Soy... -dijo la anciana algo pensativa. -Soy Surma, ¿Y tú, jovencito? -dijo la anciana sonriente.

-¿Surma? Es un nombre raro... Soy Taehyung. -se presentó Taehyung algo dudoso.

-Oh, mi nombre no es coreano...
-aclaró.

-No entiendo, ¿Qué hace aquí?
-dijo Taehyung ya algo frustrado.

-Creo que llegué antes de tiempo, pero ya que estoy... Puedo aclarar las dudas que tienes. -la anciana tomó otra vez la canasta llena de pétalos de rosas y la colocó en su regazo.

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⏰ Última actualización: Sep 15 ⏰

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