CINCO

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Mientras estaban en el pasillo de la tienda, S/N observaba detenidamente las opciones de productos. "¿Qué opinas? ¿Cuál debería llevar?" preguntó Dayeon, mostrando dos paquetes. S/N examinó las opciones, señalando una que solía elegir su madre. "Esas," indicó. Dayeon la miró, asintiendo en aprobación, pero luego su mirada se fijó en S/N durante un tiempo inusualmente largo. S/N lo notó y preguntó, "¿Pasa algo?"

Dayeon, con una expresión pensativa, rompió el silencio. "S/N, ¿alguna vez tuviste novio mientras estabas en el extranjero?" La pregunta tomó a S/N por sorpresa. "¿Novio?" repitió, visiblemente incómoda, pues era un tema que prefería evitar. "Sí, quiero decir, si salías con algún chico," aclaró Dayeon.

S/N negó rápidamente. "Ah, yo pensé... Quiero decir, ¿y tú, Ijin? Parece que eres bastante popular entre las chicas," Dayeon desvió la conversación hacia Ijin, cambiando de tema. "Estaba ocupado..." respondió Ijin, y un silencio incómodo se estableció en el grupo.

S/N, tratando de aligerar el ambiente, preguntó de repente, "¿Tienes novio, Dayeon? ¿Sales con alguien?" Dayeon, visiblemente nerviosa, respondió con vacilación, "¿Eh? Ah, no..." Ijin intervino, "¿Por qué no?".

Dayeon sonrió mientras tomaba el paquete que S/N había seleccionado. "Eh, también estoy ocupada," respondió, con un tono ligero, aunque su expresión revelaba una mezcla de alivio y preocupación.

[...]

Al llegar a la residencia de los Yu, la bienvenida fue cálida y acogedora. Según el informe de Dayeon, había causado una impresión positiva en su abuelo, el señor Kangsu Yu, quien resultó ser una persona de notable amabilidad. Tras colaborar en la tarea de limpiar los platos utilizados durante la comida, los presentes se dirigieron a la mesa para compartir una merienda de frutas.

El señor Kangsu Yu expresó su aprecio por la visita de una amiga de su nieta con un comentario elogioso: "Es encantador que Dayeon haya invitado a una de sus amigas; eres muy simpática y amable, S/N". La reacción de la joven fue una mezcla de nerviosismo y gratitud, manifestada mediante una inclinación de cabeza y un agradecimiento verbal: "Ah, muchas gracias, señor..." mientras tomaba más fruta para evitar continuar la conversación. El ambiente se llenó de risas, tanto de su parte como de la de Dayeon.

En un momento, el señor Kangsu Yu recordó un detalle pendiente. Desde un costado, extrajo un objeto y lo colocó sobre la mesa. "Aquí tienes, Ijin," dijo mientras entregaba un teléfono móvil. "Todos los jóvenes tienen uno hoy en día. No sé si te gustará, pero me dijeron que es un modelo de buena calidad." Ijin abrió la caja, revelando un dispositivo que parecía ser del último modelo. "Ya he registrado mi número y el de Dayeon en el teléfono," añadió el abuelo, con una sonrisa que denotaba orgullo.

Dayeon comentó con un tono de sorpresa: "¿De verdad? Normalmente yo te ayudo con esas tareas porque nunca recuerdas cómo hacerlo..." El abuelo, visiblemente avergonzado, explicó: "Bueno, el vendedor me ayudó en el proceso." La conversación continuó con Dayeon sugiriendo que ella podría haber completado el trabajo si se lo hubiera pedido. El abuelo respondió con una afirmación que reflejaba su deseo de hacer las cosas personalmente: "Es que quería hacerlo yo mismo por él."

La conversación tomó un giro inesperado cuando el abuelo se dirigió a Dayeon con una disculpa humorística: "Espero que no te enojes porque no te compré un teléfono nuevo, Dayeon. Aunque Ijin no tenía uno, también te conseguiré uno nuevo." Dayeon, levantando las manos en señal de desinterés, respondió: "No, abuelo. El mío todavía funciona."

S/N e Ijin intercambiaron miradas y luego se dirigieron a observar hacia el mayor. Ijin expresó su gratitud, diciendo: "Gracias, me gusta mucho," mientras el abuelo sonreía satisfecho.

ADOLESCENTE MERCENARIO | IJIN YUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora