Mila Jensen debe vivir con un pasado que controla su futuro.
Woods Werner sólo quiere escapar de su realidad intentando mantener una vida normal.
Pero la vida no es fácil y estos dos lo saben, especialmente cuando el destino está empecinado en mante...
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MILA
Los rumores sobre la vuelta de Woods han estado presente durante toda la semana. No quiero decir que no me interesa todo esto, porque lo hace, pero no estoy obsesionada con ese chico como parecen estarlo muchas de sus fanáticas. Woods está por completo en el foco de atención.
Incluso dicen que abandonó su equipo de baloncesto y evita a quienes una vez fueron sus conocidos.
Por su parte, Woods actúa completamente ignorante hacia todo lo que está sucediendo a su alrededor. Las pocas veces que lo vi de lejos no muestra ninguna emoción o interés en algo más que no sea importante para él. Es como si estuviera en su propio mundo y fuera totalmente ajeno al nuestro.
También debo decir que podría haber estado evitándolo. Mi plan es pasar lo más desapercibida para él por lo menos durante un tiempo hasta que su mente se haya olvidado de mi escena bochornosa y por fortuna, no compartimos clases, lo cual es una salvación en tiempos desesperados.
Por otro lado, Tori ha estado más rara de lo usual y es aun peor cuando lo ve pasear por el campus, lo que me confirma que algo pasó entre ellos.
Así mismo puedo ver el por qué el atractivo de él. Woods es el típico estereotipo de chico misterioso, con un pasado turbulento al que le importa todo una mierda. Aunque por lo menos el viste normal, con camisetas y sudaderas en lugar de ropa oscura, botines todo terreno y camperas de cuero. También lleva un tatuaje el brazo derecho.
Y su físico no se queda atrás. No es el chico más hermoso del mundo, aunque cuál es el verdadero significado de hermoso. Pero sin duda tiene unos atributos estupendos, como la forma de su rostro con rasgos definidos o los músculos que esconde debajo de esas camisas.
"Te veo a las ocho en Palmer mañana," le digo a Allen mientras caminamos por el pasillo.
"Odio que desayunes tan temprano," se queja haciéndome sonreír. A diferencia de él, soy un ave mañanera no una lechuza nocturna. Mi cerebro funciona apenas sale el sol y se desmaya antes de las diez de la noche.
Mi vida actual es muy diferente a la que llevaba durante la adolescencia y supongo que eso tiene que ver con el cambio en mis responsabilidades.
"Tengo que trabajar en mi tarea de estadística para el lunes y soy más productiva por las mañanas, tómalo o déjalo," respondo ajustando mi bolso.
Hace un sonido de descontento pero termina aceptando. "Bien," suspira negando con su cabeza. "Debo correr, quedé en ver a Lucy en la entrada, nos vemos luego." Se despide antes de caminar un poco más rápido dejándome sola.
Mi celular empieza a sonar pero el desastre dentro de mi bolso me hace la tarea de encontrarlo una misión imposible. Ni siquiera pongo atención mientras camino resultando en lo que se espera que pase en un momento así, termino chocando contra alguien.
