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MILA

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MILA

"Gran trabajo en sus evaluaciones," felicita la Sra. Fernsby mirando a la clase. "Tengo las expectativas puestas en la competencia de fin de mes, cuento con que nos llevarán al torneo nacional," alega mirando hacia el grupo de estudiantes que participarán en la competencia de Álgebra Avanzada dedicadas especialmente a alumnos universitarios. La Sra. Fernsby busca traer otro reconocimiento a la universidad y más que nada al departamento de matemáticas.

"Imagínate ser parte de ese equipo y tener a Fernsby respirando detrás de tu cuello," susurra Allen cerca de mi oído.

Niego con una sonrisa. "Una gran pesadilla. Imagina no ganar y que te lo recuerde cada vez que te vea."

"De solo pensarlo me duele el estómago," responde.

Chisto y le doy una mirada de costado. "¿Estás seguro que no se debe a que comiste un paquete completo de bollos?"

Lo piensa un momento. "Es una posibilidad." Mi teléfono suena con un mensaje y leo el destinatario. Papá. Lo guardo y suspiro. "¿Todo bien?" Pregunta.

"Sí."

Mira hacia el frente pero capta de inmediato el cambio en mi estado de ánimo. "¿Continúan llamándote?"

Asiento. "Sí."

Se calla un segundo antes de volver a hablar. "¿Deberíamos huir y perdernos en alguna isla?"

Un golpe de esperanza me recorre pensando en esa idea. "¿Podemos irnos ahora?"

"Sacaré los pasajes a donde sea en este momento."

.  .  .

Terminadas mis clases del día, me dirijo a casa pero a unos metros de mi edificio veo como las puertas de entrada de abren y por ella salen dos rostros más que conocidos para mí. Un pánico instantáneo crece inmediatamente dentro de mí y como si lo hubieran mandado los mismos ángeles, Woods aparece por la puerta principal de su edificio.

Sin esperar a que la puerta se cierre, corro hacia él y lo empujo de nuevo hacia dentro del lugar. Woods me mira con asombro y luego frunce el ceño.

"¿Qué te sucede?" Pregunta con cuidado mientras yo sigo con la vista fija a la construcción de al lado por la pequeña ventana junto a la puerta.

"Shh." Lo callo sin mirarlo. Woods se acerca a mi lado y observa en la misma dirección que yo.

"¿Estás espiando a alguien como lo haces conmigo?" Intento que ese comentario no me afecte ignorando completamente su voz y el sonrojo en mis mejillas.

"Son mis padres," contesto con simpleza.

"¿Y no quieres decirles hola?" Le doy un vistazo raído para encontrarlo sonriendo con astucia.

Between Us ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora