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Isabella o "Isa" como la llamaba Sergio, un apodo que siempre le resultó lindo, pero hace mucho que no la llamaba de esa forma, al principio se convenció de que no le dolía pero la falta de interés de su esposo cada vez era más evidente para ella y para todos.Se preguntaba como es que habían llegado a ese punto, donde no podían ni mirarse pasaron de tener una relación que todos admiraban, donde las muestras de afecto no faltaban ni un solo día a tener que sostener su brazo o ir a sus carreras por obligación.
Solo las personas más cercanas a la pareja sabían la situación que atravesaban en los últimos meses, trataba de buscar una razón aunque en el fondo la sabía, el trabajo nunca fue un obstáculo para que pasaran tiempo juntos, pero últimamente casi no se veían.
El casi siempre llegaba en las noches cuando todas las luces excepto la de la cocina estaban apagadas, a pesar de su distanciamiento Isabella siempre dejaba un plato con comida caliente para que su esposo, no podían cenar juntos pero era una forma de demostrarle que todavía se preocupaba por el.
El único momento en que podía estar cerca de él era cuando se recostaba a su lado, fingía estar dormida pero siempre esperaba a que llegara, no sabía si el sentimiento era mutuo pero le preocupaba y no podía culpar solo a Sergio ella también había tomado decisiones que afectaron a la relación.
Pero aún así le frustraba que no hacía nada para salvar su matrimonio, eran como un viejo barco que se estaba uniendo y alguien tenía que tomar la iniciativa de repararlo.
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—¿Y has pensado en tomar terapia de pareja?.—preguntó su amiga Gigi sacándola de sus pensamientos, estaba en una de sus reuniones que usaba como excusa para distraerse.
.—No hablo con el así que no podría sugerirlo.—la verdad es que tenía miedo de preguntar porque no podía aceptar que la terapia ahora era una herramienta que le podía ayudar a salvar su matrimonio.
—Se que es complicado pero deberías considerarlo si crees que eso puede ayudar.—explicó su amiga mientras le daba un sorbo a su té.
—Tendría que ser alguien de mucha confianza, si la prensa se entera nos comerían vivos a los dos.— la atención mediática a su relación siempre era constante y ya tenía bastante con que no los habían visto juntos en un buen tiempo y los rumores que se generaron gracias a eso.
