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Sergio e Isabella crecieron en contextos diferentes, Bella recuerda su infancia con sus dos padres, cortando árboles de navidad, jugando en la nieve y viajando con su papá a Mexico, sus padres se divorciaron cuando tenía 22 años ya era independiente y podía procesarlo de una manera más sensata y madura, nunca los vio pelear y en lo que cabe fueron un buen matrimonio.
Ellos habían ido a terapia de pareja para intentar salvar su matrimonio pero hay veces que ni siquiera eso puede ayudar, cuando les contó que estaba comprometida los dos se encargaron de asegurarse de que estuviera completamente segura de lo estaba por venir y de todos los compromisos que la institución del matrimonio requería.
Sergio en cambio había crecido en la típica familia mexicana,pero sus padres en especial su papá. Habían sido parte fundamental para que pudiera cumplir sus sueños de competir en la fórmula 1. Los dos tenían un matrimonio que permanecía sólido a travez de los años, se alegraron mucho cuando se enteraron de su compromiso adoraban a Isabella y estaban muy felices de que su hijo compartiera su vida con ella.
Le advirtieron de la responsabilidad tan grande de formar una familia y ser un buen esposo, pero él pensó que sería fácil, ellos nunca necesitaron ayuda para resolver sus problemas así que Sergio pensó que sería así para él e Isabella y nunca en su vida pensó en tomar terapia de pareja.
Isabella lo sabía bien, pero ahí estaba sentada junto a su esposo esperando al terapeuta mientras los observaban las horribles paredes grises del lugar.—Buenas tardes.—dijo el doctor mientras se sentaba frente a ellos.
—Buenas tardes.—respondió Checo mientras movía el pie de manera impactante, eso solo pasaba cuando estaba muy nervioso.—Antes que nada, quiero que sepan que tenemos una política de confidencialidad así que nada de lo que hablemos aquí saldrá de este consultorio.—
—Podemos comenzar.—
—¿Por donde?.— preguntó el moreno mientras volteaba a verla.
—Pues por el principio, ¿como fue que comenzaron los problemas?.—una excelente pregunta.
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