Capítulo 2

41 4 1
                                    

Desperté muy temprano, a eso de las ocho, ya que tenía mi entrevista de trabajo a las diez. Miré a mi lado y mi pequeña azul no estaba. Peine mi cabello rápidamente y salí de la habitación. En el living se encontraba Joaquín junto a azul mirando dibujos animados. Ambos reían y ninguno sintió mi precensia.

-Buenos dias.-Dije atrayendo la atención de ambos individuos.

-¡papi EMI !-Mi hija corrió a abrazarme- Buenos dias.-Sonrió. Besé su frente, a lo que volvió a sentarse en el sofa.

-Bueno dias...-Me dijo Joaquín con una sonrisa- ¿Cómo dormiste?-Me preguntó.

-Muy bien... Me relajé bastante, estaba muy cansado.-Expliqué mientras preparaba el hervidor para desayunar.

-Que bueno...-Simplemente respondió.

-¿No trabajas?-Pregunté ante la imagen que me ofreció mi amigo. Evidentemente no, estaba en pijama aun.

-En la tarde tengo un turno.-Comentó rascandose la nuca. Yo asentí.

Prepare el desayuno ya que ninguno de los otros dos se movió del sofa. Ambos parecian estar muy al pendientes del programa de la televisión.

A los minutos estabamos los tres desayunando entre risas.

Me arreglé lo mejor que pude para mi entrevista, me encontraba algo nerviosa. No sabía que tipo de preguntas me harian, pero debía ser positiva ante todo.

Cuando finalicé arregle a mi pequeña azul y la dejé con mi madre. Posteriormente tomé un taxi que me llevara al lugar de la entrevista.

El restaurante al que quería optar era nada más y nada menos que Lane's restaurant. Era muy conocido por ser uno de los mejores espacios dentro de la ciudad.

Cuando llegué a la puerta, observé con detenimiento. Era muy hermoso por fuera, donde había una pequeña pileta bordeada con mesas. Algunas personas ya estaban alli probando sus desayunos, y se notaba como disfrutaban de sus alimentos.

Tenía enormes ventanales con lo que se podía ver dentro. El suelo era cubierto por una gran alfombra roja lo que daba elegancia al lugar. Me encontré con uno de los camareros, pues no sabía donde debía dirigirme.

-Disculpa...-El chico alto, de ojos grises me observó.

-¿Si?-Preguntó con una sonrisa.

-Tengo una entrevista con Lalo  -Expliqué. Su cara cambio a una de asombro.

-¡Oh! ¡Vienes por el puesto!-Sonrió a más no poder. Yo asenti- Por aqui.

El restaurant era enorme. Detras de la cocina que de por sí era muy espaciosa, habian tres habitaciones. Y otras dos donde era evidente que se trataban de los baños del personal.

Fuimos a la ultima habitación a lo largo del pasillo donde la puerta estaba entre abierta.

-Señor Lalo -Dijo el chico despúes de golpear suavemente la puerta.-...Un señor viene a la entrevista.-No escuché nada, solo entre cuando el chico me hizo un gesto de que pasara.

-Suerte...-Me susuró el chico, yo agradecí asintiendo con mi cabeza.

Di una gran bocanada de aire y me adentre en la oficina. Allí en una gran silla giratoria se encontraba un hombre que estaba sonriendo, a simple vista se veía muy amable. Aproximadamente tenía cincuenta años de edad. Habian algunos cabellos blancos en su cabeza, pero se notaba que estaba en la mejor etapa de su vida.

-Toma asiento por favor...-Me dijo don Lalo .

-Buenos dias, señor Lalo . Yo soy Emilio Osorio -Estire mi mano, él la acepto estrechándola. Se dedicó a observar mi curriculum meticulosamente.

-Dice que trabajaste en otros restaurant antes, y los dos te recomiendan.-Dijo el hombre.

-Bueno, yo no era el pastelero de cabecilla, pero si los ayudaba como práctica.-Expliqué.-Termine trabajando a medio tiempo ahí.

-Pero ahora tienes la oportunidad de ser tú.-El hombre sonrió.- Te tendré a prueba un mes. Con eso me basta para saber si eres bueno o no.- Pestañee repetidas veces.

-Eso significa que... ¿puedo trabajar aquí?-Pregunté aun sin poder creermelo.

-Por supuesto. Ahora solo depende de ti mantenerte aqui-Sonrió el hombre.-Eso si, necesito que empieces mañana. Estos son tus horarios-Me tendió una hoja con las horas correspondientes.

-¡Por supuesto! ¡Gracias, gracias!-Le dije efusivamente tomando su mano constantemente.

-Tenemos otra pastelera, pero no esta aquí por problemas de salud, se reintegrará pronto, por lo que espero que puedas llevar la carga tu solo.-¡Daba igual! ¡Tenia el puesto!

-¡No hay problema!-Mi sonrisa era mas grande que la del gato risón.

¡No lo podía creer! ¡Me había aceptado! Le demostraría definitivamente que no se había equivocado de persona.

Corrí a casa de mi madre a darle la buena noticia. Debía pedirle ayuda para que me cuidara a azul antes de que empezara el jardin. Pero cuando lo comenté inmediatamente dijo que si. Mi madre amaba a azul .

Me la pasé el día con mi madre ya que por la tarde Joaquín trabajaba. Era mecánico, y recién volvería a casa hasta casi las once de la noche. Ya eran las nueve cuando decidimos ir al departamento.

-¿Y te veré mañana?-Me preguntó mi hija.

-Claro que si, cielo. Cuando salga de trabajar.-Le respondí.

-Te echare mucho de menos...-Se cruzó de brazos haciendo un dulce puchero.

-Cuando empieces el jardin te olvidaras de mi...-Le hice cosquillas a lo que ella comenzó a reir a carcajadas.

Al día siguiente, dejé a azul con mi madre, y partí a mi primer día de trabajo.

Quería dar una buena primera impresión, por que trate de peinarme lo mas decente que pude. No he eche niuna pizca de maquillaje ya que en la cocina era algo complicado.

Llegué a eso de las nueve de la mañana. Entré a Lane's Restaurant, y lo primero que ví fué al señor Lalo quien apenas me vió se acercó a paso rápido.

-Ven. Te presentaré a tus compañeros.- Me guió hacia la cocina, donde el resto de los chicos preparaban los instrumentos para el desayuno.

-¡Hola!-Dijo efusivamente el chico que me había guiado a la oficina de Lalo el día anterior.-Veo que seremos compañeros. Yo soy Diego Valdez - Me tendió la mano. Yo la estreché sonriendo.

-Soy Emilio Osorio ...-Dirigí mi vista al lado donde estaba el resto del personal. El señor Lalo estaba preparado para presentarme a mis nuevos colegas.

-Ella es Nicole ...- Dijo el señor Lalo. La chica era morena y me sonreía.-Él es Nicolás caballero ...-El siguiente chico era bastante apuesto, Rubio y de ojos verdes. Casi el típico chico de revista-...y por ultimo... Isaac Hernández -Cuando observé al ultimo chico, mi corazón se detuvo de un solo golpe.

¿Qué...?

¿Qué...?

¡¿Que carajo hace él aquí?!

¡Matenme, por favor!

Emiliaco el amor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora