Capítulo 30

40 4 1
                                    

Sentía unas ganas de llorar horribles, me dolía demasiado.

-¡Tú puedes, amor  ! - Joaquín estaba a mi lado sujetando mi mano. Yo lo miraba simplemente tirándole maldiciones ya que el no estaba en mi lugar.

Apretaba la mano con fuerza mientras escuchaba a la doctora decir "puja" una y otra vez.

Utilizaba todo mi esfuerzo, para poder traer al mundo a mi nuevo bebé.

-Un poco más, Emilio . - Dijo la doctora cuando di mi último esfuerzo, y lo escuché.

Escuché el llanto de mi pequeña . Renata se quedó helado, observando como la doctora tenía al bebé en sus brazos y procedía a envolverlo en una manta.

La pusieron en mis brazos, y no pude sentir más dicha después de todo el esfuerzo que hicimos por traerla al mundo.

Joaquín no dejaba de observar ala bebé. Cuando note cómo unas lágrimas rebeldes caían por sus ojos.

-Es hermosa. - Dijo él sin despegar la mirada.

-Lo es. - Concordé. Nuestro hija había llegado finalmente al mundo a alegrar nuestros días.

-Me has hecho el hombre más feliz del mundo, EMI . - Joaquín se acercó a mí y besó mi frente. - Gracias.

Simplemente sonreí.

***

Después de tres días, por fin pude ir a mi casa. Desde el día del aeropuerto me estaba quedando donde mi madre. Ella me apoyó en todo, aunque debo aclarar que Joaquín también.

Joaquín  a comenzado a tratarse, fue a un psicólogo para luchar con esa culpa que sentía debido a lo que ocurrió con Renata .

Aún seguía pero su ánimo era distinto. Ya casi no bebía y estaba al cien conmigo y con azul , y no me cabía duda de que lo haría con la nueva bebé.

Me llevó a mi casa, donde me esperaba mi madre y azul . Cuando bajamos del taxi, observe como la puerta se abría rápidamente y azul corrió a nuestro encuentro.

-¡papi EMI , papi joa ! - Gritó.

-Princesa. - Joaquín abrió los brazos tomándola en brazos. Dirigiendola para que pudiera observar.

Abrí un poco la manta con la que cubrimos ala bebé. Para que azul la observara.

-Uh, es muy pequeña... Y roja. - Con Joaquín nos reímos ante la ocurrencia.

Observe a mi madre quien nos esperaba en la puerta, pude ver sus ansias, y sonreí.

Cuando entre, mi madre me quito ala bebé de los brazos y prácticamente la secuestró, la llevo a la habitación junto con azul . Dejándome a mi con Joaquín .

Él me acompaño a la pieza, llevando las cosas que habíamos llevado al hospital.

-¿Te sientes bien? - Me pregunto con voz dulce.

-Si, un poco incómodo, pero ya pasará. - Sonreí.

Me senté en la cama, observando como él se posicionaba a mí lado.

-¿Cómo la llamaremos? - Preguntó el con ilusión. Me reí, quería darle esa libertad.

-Puedes escoger el nombre. - Sus ojos brillaron, Joaquín ni había tenido oportunidad de llamar a azul , así que creía que era justo que en esta oportunidad él lo hiciera.

-¿Qué te parece llamarla "Renata " - Lo pensé solo segundos. Era un nombre bonito, así que asentí con una sonrisa.

-Renata es hermoso.-Confesé.

Joaquín sonrió de medio lado y puso una mano en mi mejilla.

-Gracias por darme esta oportunidad, EMI .

-Gracias a ti por estar a mi lado.

-A tú lado siempre estaré, aunque no sea como yo quiero.

Su mirada se agachó, se notaba la tristeza en sus ojos.

-¿Cuanto tiempo más debo esperar? - Yo lo observe, sabía a que se refería.

Desde la vez del aeropuerto, no había pasado nada entre nosotros. No era porque no quisiéramos, pero yo quería estar segura de que él había cambiado. Y la verdad en esos nueve meses, si se había presentado un cambio enorme en Joaquín .

Sonreí, y él junto conmigo. Quería que todo lo hiciéramos bien.

-Eso depende de ti, Joaquín -Él me miró extrañado. Así que lo aclare. -Depende de cuanto tiempo más quieras esperar porque yo ya estoy listo.

Su rostro se iluminó, su sonrisa afloró y posterior a ello me abrazó con fuerza.

-Te amo, EMI . Te amo como no tienes idea. - Había sido un largo tiempo de que no escuchaba esas palabras, mi corazón latió rápido, y era increíble que aun sentía esas mariposas en la panza.

-También te amo. - Sonreí, pero ahí no acababan las sorpresas.

Joaquín sin dejar de mirarme saco algo de su bolsillo, y luego tomó mi mano, dejando el pequeño objeto ahí.

Baje la mirada y me centre en el pequeño objeto.

-Es...

-EMI ... - Lo observen directamente a los ojos - ¿Te casas conmigo?

Mis lágrimas cayeron automáticamente, mientras no dejaba de mirar el anillo y a Joaquín .

Asentí aún sin calmarme. Joaquín sonrió a más no poder, tomó el anillo de mi mano y lo puso en mi dedo. Se veía bello brillante.

Tomó mi mano, mientras se acercaba a mí hasta besarme lentamente.

Sentir sus labios sobre los míos, fue uno de los momentos más mágicos que no había sentido en mucho tiempo. Me llevaba a volar solo el sentirlo cerca de mi.

-¿Cómo sabias que querría volver contigo? - Le pregunté cuando nos separamos.

-No lo sabía. - Dijo serio. - Pero tenía fe de que lo hicieras.

Le sonreí mientras lo abrazaba. Sin duda, tenía fe de que todo saldría bien. De qué en esta oportunidad todo surgiría de otra forma. Los dos haríamos las cosas bien, preparando un futuro para nuestros hijos, para poder darles la familia que se merecían, y también la vida que nos merecíamos nosotros.

Ya habíamos sufrido mucho, era tiempo de disfrutar todo lo que nos había dado la vida, y las mil aventuras que nos quedaban por vivir luego.

Emiliaco el amor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora