La verdad que dolor mas grande es ser la novia del mas fuerte del mundo, la verdad te amo tanto que he decidido quedarme a tu lado...
**************************************************************************************
Ser la novia del satoru gojo...
Sentiste como el aparentaba con algo de fuerza tú trasero mientras la palabras "disciplina" se volvía algo confunsa.
-Disciplinarme?
El se volvió a cubrir con la venda, lo que iba a hacer a continuación agotaría mucha de su energía, era mejor no sobrecargarse. Gojo te tomó de los brazos con fuerza, el era bastante juguetón en ese aspecto su cama estaba reglada y era de colores grisis.
-Casi no utilizo mi cama... pero te dará el honor de que estés sobre ella si me dejas disfrutar de tu cuerpo.
Eso desconcertó a la chica... era la primera vez que pasaría algo así... nunca había hecho algo así con alguien. Ella lo miró fijamente su expresión reflejaba nerviosismo y vergüenza.
-Que pasa princesa... no te lastimaré soy un caballero
Dijo mientras acortaba la distancia entre sus rostros. Sus respiraciones estaban muy cerca de podía sentir la pesadez de sus respiraciones.
-No estés asustada... prometo enseñarte las estrellas si me lo permites. -Dime... Satoru... que soy para ti?
dijiste acortando aún más la distancia entre ambos. El río ante esa pregunta, en un movimiento rápido y casi nada bruscos te tiro en la cama y tomo tu pierna derecha alzándola dejando tu entrepierna expuesta. Se agachó hasta tu oido y susurro.
-Gracias por acompañarme... prométeme que lo seguirás haciendo...
dijo pero su tono sinceramente era más serio pero cálido, esta ves reflejaba que se estaba abriendo emocionalmente a otros. El levantó el rostros y podías ver su cara y una expresión serie en su rostro.
-Está bien... jugaremos muchas cosas y pasaremos tiempo juntos te parece
Después de eso le sonreíste el te devolvió la sonrisa. Después de eso soltó tu pierna y se sentó en la cama, te sentaste a su lado y pusiste tu cabeza sobre su hombro.
-tienes un bonito cuarto -Gracias...
Durante ese noche las cosas fueron diferente gojo se abrió más a ti contándote lo solo que se sentía... al ser el más fuerte.
-No te preocupes Gojo... por todo lo que me has contada siempre he pensado que solo necesitas un abrazo, tu olor se siente tan bien.. eres cálido y muy alto, déjame sentir tu calor por siempre. Dime te gustaría un abrazo?
Gojo se sorprendió por la repuesta de __________ y solo la abrazó sin decir nada más. El cabello de Gojo era lacio y muy suave, su espalda era muy fornida y sus respiraciones eran lentas.
En ese momento el timbre del apartamentos se escuchó Gojo se separó de los brazos de ___________ y fue a abrir la puerta ahí estaba Itadori, Kuguisaki y Fushiguro.
Itadori tenía un chichote en la cabeza al igual que megumi.
-que les pasó? -fushiguro me pegó -Kuguisaki me pegó
Dijo fushiguro.
-por andarle de infiel te pasa.. -Q..que? -nada, anda pequeño megumi, aún te falta conocer muchas sobre chicas, pero yo, tu gran profesor gojo Satoru... te enseñará todo -las mujeres huyen de ti
Dijo Nobara.
-Bueno... a lo que venimos, tome y adiós
itadori le entregó a gojo una camisa manchada de un líquido amarillo, los tres chicos desaparecían al instante.
-malditos moscos....
Una risa se escuchó detras de Gojo.
Desde ese día tu relación con Gojo había comenzado, podrías decir que eras la novia de Satoru Gojo. Uno de esos días te llevó a montar bicicleta algo que solo hacía con suguru geto. Ese día le dijiste a Gojo que no sabías andar en bicicleta pero a él no le importó te monto arriba como en la parte de atrás, te sujetaste fuerte a él mientras condució muy tapiado tanto que la bicicleta saltaba por la velocidad el reía ya que se estaba divirtiendo y tú apretabas con fuerza su pecho mientras gritaba un poco cuando la bicicleta se levantaba por la velocidad. Podías escuchar las risas de Gojo divirtiéndose lo que te relajaba un poco pero no lo suficiente como para soltarlo.
-Gojooo!!
*Ese día corrieron a través de la playa hicieron fuertes de arena para empezar a pelear Gojo solía ganar la mayoría del tiempo pero eso nunca importo ya que te encargabas de devolverle todo, desde llenar de arena su ropa, tirar agua a su cara y correr rápido de él. Al final terminaban el día viendo la puesta del sol y compartiendo momentos graciosos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
