Capítulo siete

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Chicago.

Vivir experiencias nuevas es algo increíble, es una emoción demasiado hermosa experimentar algo como el viajar.

Pero todo cambia cuando los recuerdos invaden tu mente.

—Hoy nos quedaremos al monasterio.

Todos voltearon a ver a Jungwon e hice lo mismo.

—Ese lugar da miedo.—dijo Jake.

—Tenemos que salir, a explorar, Jake.

—Pero yo no quiero ir ahí.

—No cuenten conmigo, saldré con Rachel.

—¿Había necesidad de traerla a nuestro viaje? —preguntó Jay, irritado.

—Es mi novia.

Desvié la mirada y tomé un poco de jugo.

—Pero somos un equipo, no por ella nos vas a dejar a nosotros.

Heeseung hizo contacto visual conmigo, —¿Tú irás?

—¿Qué importa si iré? —alcé una ceja.

—Sí irá. —dijo Jay.

—Tienes que ir, ___ —me dijo Ni-ki.

—Gracias por la invitación, chicos, pero las tareas de la universidad me están acabando poco a poco, creo que necesito descansar.

Sunoo se puso a mi lado y golpeó mi hombro con el suyo. —¿Lo harías por mí? —me sonrió tiernamente.

Reí un poco y negué —No es eso, necesito descansar. 

—¿Te quedarás sola con Heeseung?

—Sobreviviré.

Heeseung me hizo mala cara. —Ya dije que estaré con mi novia.

—Les deseo suerte a los dos.




Experimentar cosas nuevas es algo que siempre tenemos que enfrentar mientras tu estés dispuesto a hacerlo, y ahora, trataré de sobrellevar la situación.

Caminando por las grandes calles de Chicago, me entretuve investigando cada rincón que pudiera.

Avisé a Heeseung que no estaría un buen rato.

Compré algunas cosas para mí, caminando por el centro comercial, encontré una tienda que llamó mi atención.

Biblioteca.

Desde que tengo memoria, me encanta leer, es uno de mis pasatiempos favoritos, pero por cuestiones laborales, dejé de hacerlo.

Todavía recuerdo cuando mi madre leía todas las noches mi cuento favorito.

Entré de inmediato y el olor a libros me hizo subir mi ánimo.




Nunca es malo comprar tres libros, ¿verdad?

Estaba regresando al hotel mientras escuchaba música con auriculares, el clima de noche era frío, el viento revoloteaba mis cabellos y solo era yo en estos momentos, nadie más.

El aire acondicionado calientito me recibió al entrar al hotel, subí las grandes escaleras alfombradas para llegar a la habitación, hasta que sentí como golpearon mi hombro fuertemente cuando alguien iba bajando.

Amor Clandestino. - Heeseung Au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora