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Me miro al espejo, pero no reconozco a la persona que me devuelve la mirada. Las arrugas de la tristeza se han instalado en mi frente y alrededor de mis ojos. La ausencia de la sonrisa ha hecho que mi rostro se torne melancólico y sombrío. Mis hombros permanecen gacha, como si cargaran con el peso de todos los desamores y penas del mundo. No hay paz para mi mente, siempre en guerra con la tristeza y la desesperanza. Parece como si la vida misma me hubiera dado la espalda y dejado a merced de mis propios demonios.

¿Dónde está la alegría, desaparecida como una flor marchita? ¿Dónde están los días llenos de luz y risas? Todo ha sido remplazado por estas tinieblas que acarician mi alma como una brisa invernal. Mis días transcurren desigualmente, marcados por la soledad y la nostalgia. A veces, me siento como un pájaro con las alas rotas, incapaz de volar hacia la luz. Me aferró a cualquier cosa que pueda darme un poco de consuelo, pero el vacío continúa ahí, siempre presente, siempre hambriento.
La tristeza ha teñido mis pensamientos de oscuro, como si la noche se hubiera instalado en mi mente. Cada día es una travesía por el corazón, un viaje hacia las profundidades de la desesperanza. Mis palabras, antes llenas de vida, se han convertido en murmullos tristes y resignados. Ya no tengo fuerzas para sonreír, ni para luchar contra la tristeza que me inunda. La soledad es mi única acompañante, y me acompaña en el silencio de la noche, como un fantasma persistente y cruel.

Pájaro De Alas Rotas (Poesía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora