Capítulo 1

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Dylan

Después de cinco meses intentando abrir de nuevo el portal, sigo sin ninguna pista. Mikel logró escapar de su celda, aún no sé cómo. Le he perdido el rastro. Es como si la tierra se lo hubiera tragado, o más bien, como si hubiera cambiado de universo. No sé qué fue lo que sucedió aquel día. No soy capaz de pensar en otra cosa que no sea ella. Llevo meses buscando a los mejores investigadores sobre mundos paralelos, pero nadie sabe cómo volver a abrirlo. Estoy seguro de que hay alguna manera de hacerlo, pero todavía no doy con la clave. Llevo meses sin levantar cabeza. Incluso Derek intenta animarme, pero no hay manera. Aquel día fue el peor de mi vida. No puedo borrar el momento en el que vi cruzar a Katherine. Me quedé horas esperando a que regresara, incluso intenté atravesar el portal un millón de veces. Después de tanto tiempo, no pierdo la esperanza. Sé que existe la manera de volver a tenerla a mi lado. En este tiempo, no he hecho otra cosa que buscar al maldito viejo. Él sabe cómo abrirlo, y mucho me temo que tuvo algo que ver. Si lo pienso bien, que el portal se cerrara el mismo día que él logró escapar tiene que tener algo que ver. No me daré por vencido. Haré lo que sea por volver a tenerla a mi lado.


Katherine

Después de un verano muy intenso, intentando buscar la manera de regresar a su lado, Derek no ha dejado de trabajar e investigar desde que volvimos a nuestro mundo. Hemos vuelto al motel millones de veces, pero todos nuestros esfuerzos han fallado. No hace mucho, me llamó por teléfono muy ilusionado. Dijo que creía que esta vez había conseguido algo. Me sentía desesperada y él era consciente. Intenté volver a ser la misma de siempre, la cabra loca que conocían mis amigos, pero después de eso, no pude. No pude volver a levantar cabeza. Me había convertido en alguien aburrido, casi sin ganas de vivir. Tal era mi pena que me inscribí en la universidad pensando en que mi vida debía seguir. En muchas ocasiones perdí la esperanza. Habíamos intentado tantas cosas que ya no sabía qué pensar. A día de hoy, lo único que calma mi corazón es escribirle cartas que nunca recibiría. De alguna manera, necesitaba sacar lo que había dentro de mi corazón: un corazón roto, devastado y dolorido.
Seguía hablándome con todo el grupo, menos con Jack. No puedo perdonar lo que hizo. Fue algo que, a día de hoy, no logro entender el porqué. ¿Por qué tanta intensidad con que volviera? Los demás estuvieron de acuerdo con mi decisión. ¿Por qué él no? Tuvo que arrastrarme a la fuerza. Sí, logró que volviera a nuestro mundo, pero ¿a qué precio? Consiguió que no volviera a dirigirle la palabra. Para mí, no significa nada después de lo que hizo.

Como cada día, desperté desgarrada, sin ganas de moverme de la cama. Mis padres se fueron temprano a trabajar, dejándome sola y enfrentándome a la decisión de levantarme para ir a la universidad o no. Mi madre, al verme en este estado sin ninguna explicación, me obligó a visitar a la terapeuta de la universidad una vez por semana. Entiendo que esté preocupada, pero al final no pude contarle que estoy devastada porque quería quedarme a vivir en un mundo paralelo junto al amor de mi vida. No dejaré de intentarlo, pero tengo que seguir viviendo. Soy consciente de que el mundo no se acaba, pero no puedo evitar sentirme de esta manera.

Me levanté muy perezosa de la cama y fui a darme una ducha. Me puse un chándal y me recogí el pelo con una pinza. Bajé a coger el coche para ir una vez más a una sesión de terapia absurda. Había perdido totalmente el apetito, así que ni siquiera me paré a probar el desayuno que me había preparado mi madre.

—¡Katherine!

Miré hacia el frente y vi a Derek junto a Davne, desde que volvimos son inseparables.

—Hola—contesté desanimada como de costumbre.

-Sonríeme— me ordenó felizmente.

—¿Qué quieres, Derek? Sabes que no estoy de humor.

Regresaré a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora