Llegué a casa re matado porque había estado casi todo el día en el estudio. Eran sobre las 8 de la noche, y el único plan que tenía era jugar FIFA con los pibes hasta las 4 de la mañana, así somos.
- ¿Qué onda gatos?-- dije entrando a la casa y dejando las llaves en una mesa.
- Piola, ¿vos?-- dice Thomi, sin dejar de mirar la televisión, ya que los dos ya estaban jugando.
- Piola, piola-- le respondí.
- ¿Cómo te fue en el estudio? ¿Algún temita nuevo?-- dijo Enzo, con voz de intriga.
- Jaja, algunos freestyles, pero hasta ahí-- dije. - Che, ¿y Tiago?--.
Vi que Enzo y Thomi se miraron entre sí como hablando con las miradas.
- ¿Qué pasa wachos?-- dije mirándolos con intriga y una pequeña sonrisa.
- ¿Le decimos?-- dijo Thomi mirando a Enzo con cara seria.
- Y... no sé. Tiago no nos dijo nada de que no podemos decírselo-- le responde Enzo.
De sonreír pasé a tener cara de preocupación.
- Dale wachos, ¿qué pasa?-- dije, mirando de reojo hacia arriba, a la pieza de Tiago, que estaba con la puerta cerrada.
- Es que...-- dijo Enzo.
- A Tiago le terminó su novia-- acabó Thomi.
No sé por qué, pero de repente sentí una tristeza inmensa. Solo de pensar cómo de destrozado tiene que estar... Sentí que mis ojos se humedecían y rápido me pasé las mangas de la campera por la cara; menos mal que no se dieron cuenta.
- Emm... creo que voy a subir-- dije, - para ver cómo está--.
- No creo que te abra-- dijo Thomi.
- Pero intentálo-- me propuso Enzo con cara como diciendo: "Aunque no te va a abrir".
Subí las escaleras, dirigiéndome a la pieza de Tiago. Solté un suspiro nervioso y toqué la puerta 3 veces.
- ¿Tiago?-- dije con voz bajita. - Soy Lit. Thomi y Enzo me dijeron qué te pasa. ¿Me dejás entrar?--.
No dije nada por unos cuantos segundos.
- Si no querés no impor...-- dije, hasta ser interrumpido por la voz de Tiago, desde dentro del cuarto.
- Está abierta-- dijo sollozando.
Entré a la pieza, y lo que vi me destrozó: estaba Tiago cerca de la cama, sentado en el piso y apoyado en la pared, rodeándose las rodillas con los brazos y escondiendo la cabeza en ellas.
(Tipo así):
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- Tiago...-- dije acercándome poco a poco hacia él, sentándome a su lado. - ¿Estás bien? ¿Querés hablar?--.
- ¿Tenés algo para decir que me pueda animar?-- dijo él, con voz entrecortada. Suspiré.
- Escuchá-- dije susurrando, acariciándole el pelo. - Hay muchas más mujeres en el mundo para estar llorando por esa hija de puta--.
Tiago suelta una pequeña risita por lo que dije al final y yo sonrío. Él levanta la cabeza para mirarme. Tenía los ojitos rojitos de tanto llorar y bastantes ojeras, se ve que no durmió bien.
- ¿Estás seguro?-- dijo, mientras le caía una lágrima por la mejilla.
- Segurísimo-- dije limpiándole esa lagrimita.
Estábamos los dos, cara a cara, solos en la habitación. No me pude aguantar, y lo besé, sin pensar en las consecuencias.
Narra Tiago:
Estaba tan deprimido que no quería vivir más. Con mi novia habíamos pasado una banda de momentos juntos hasta que descubrí que me era infiel.
Estaba en mi pieza cuando escucho la voz de Lit preguntándome si podía entrar. Le dije que sí y cuando entró intentó animarme. Me dijo que había muchas más mujeres en el mundo para que yo este llorando por mi ex. Levanté la cabeza y pregunté si eso era verdad, y después de responderme que estaba seguro de que sí, me besa. Sonará raro, pero era justo lo que necesitaba: un beso, sobre todo un beso de él. Le seguí el beso y sus manos empezaron a agarrar mi cintura, entonces crucé mis brazos alrededor de su cuello. Era el mejor beso que me habían dado. No pude asimilar que Lit era quien me estaba besando. Ya nos habíamos dado un pico antes (por mi culpa), pero este era diferente: además de ser más largo y con lengua (aunque parezca asqueroso), también sentía una conexión especial y sentía que Lit también la estaba sintiendo.
Nos separamos y nos miramos.
- ¿Hay más mujeres en el mundo?-- pregunté de nuevo.
- Sí-- me responde y me da un pico. - O más hombres-- dice con una sonrisa.
Me vuelve a besar, pero el beso esta vez es más corto, y cuando termina se va sin decir nada.
