diez

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ㅡHeeseung...

ㅡSolo un rato más. ㅡmurmuró, removiéndose en los brazos del menor. Le agradaba su olor, más de lo que podía permitirse.

Después de básicamente corretear al pelirojo por todo el lugar, Ni-ki finalmente lo abrazó y explicó que lo sucedido no fue para tanto. A Heeseung le aterraba volver a acercarse a él y que sucediera lo que más temía después de su error, se había disculpado miles de veces, llegando al punto de ponerse de rodillas frente a él, rogando su perdón. Riki no podía evitar reír ante lo lindo que era su hyung.

Ambos se encontraban en el sofá de una habitación compartida, viendo una película que a ninguno de los dos les interesaba, preferían seguir perdidos en besos, mimos y algún que otro coqueteo.

ㅡHeeseung, debes ir a hablar con Jungwonnie hyung.

Heeseung suspiró por la insistencia, asintiendo suavemente mientras ocultaba su rostro en el cuello del pelinegro.

A Ni-ki le gustaba aquella sensación, era extraño, por ello mismo le atraía. Heeseung normalmente no demostraba este tipo de comportamiento tan sumiso, y aunque se veía adorable, le entristecía un poco pensar en lo mucho que llegó a necesitar este tipo de cariños desde que su carrera empezó.

El se comprometería a apoyarlo y cuidarlo siempre. Ni-ki sabía que Heeseung también lo necesitaba a pesar de ser mayor. Sería difícil apapacharlo todo el tiempo, teniendo en cuenta que su hyung era algo difícil de domar.

ㅡEl y yo estamos bien, bebé. ㅡaseguró, rozando su mejilla contra la piel de su cuello. Riki podía jurar que escuchaba ronroneos. No pudo evitar reír ㅡSiempre arreglamos las cosas a nuestro modo, es mi pequeño hermanito.

ㅡHmn, a veces me gustaría tener ese tipo de conexión contigo.ㅡmurmuro mostrando un pequeño puchero

ㅡLa tenemos. ㅡhablo rápidamente, separándose para poder besar sus labios con suavidad ㅡY, sabes? Creo que la tendremos aún más si aceptaras...

ㅡ¿Quien se comió mi helado? ㅡel chillido de Sunoo los hizo alejarse rápidamente, haciendo que Ni-ki golpeara el rostro del pelirojo, cayéndose del sofá

ㅡ¡Sunoo hyung! ㅡsonrió Ni-ki con un claro nerviosismo, viendo como rodaba los ojos y se acercaba a ellosㅡ¿hace cuanto entro aquí?

ㅡEl tiempo suficiente para que se me antojara mi helado, ir a buscarlo y ver que alguien se lo ha comidoㅡsoltó un suspiro, dejándose caer en el sofá antes de que su mirada también cayera en Hee y la forma en la que se cubría el rostro con una de sus manos por el golpeㅡ¿Heeseung hyung?

ㅡAh, yo... ㅡobservo a Ni-ki, buscando algún tipo de ayuda ㅡ,estaba buscando mi teléfono bajo el sofá y caí golpeándome la cara.

ㅡOh, ya veo. ㅡsoltó una pequeña risa antes de intercambiar miradas entre los dos individuos ㅡEl sofa si que pega fuerte.

Antes de que ambos pudieran reaccionar siquiera, el rubio ya había salido rápidamente de la habitación, dejándolos realmente confundidos. El lugar se quedó en silencio después de la huida del adverso, solo lograba escucharse el bajo volumen de la televisión y los quejidos de Heeseung.

ㅡ¿Por qué tienes la mano tan pesada? ㅡlloriqueo, sobando su mejilla

Riki no pudo evitar soltar una fuerte carcajada al ver como la enorme marca de su mano se iba haciendo cada vez más roja en su mejilla. Por el susto nisiquiera se había dado cuenta de que lo había golpeado.

Se acercó a su mayor con un pequeño puchero en sus labios al ver como este lo fulminaba con la mirada, acariciando su mejilla lastimada antes de llenarlo de besos, dejando uno último sobre sus labios. Heeseung sujetó su cadera para acercarlo un poco más a su cuerpo, atrapando sus labios en un feroz beso el cual Ni-ki apenas pudo corresponder.

bite me  ;     heekiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora