Siempre me atormento por la forma en que siento
Y lloro por las noches para ahogar lo que pienso
No es un crimen
¿Qué crimen?Crimen — Bruses
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Me puse de pie y tomé mis cosas.
—Haerin, ¿a dónde vas? —preguntó Yunjin.
—¿Cómo puedes hacer esto? ¿Por qué? ¿Y por qué me lo dices como si yo me fuera a reír de ello, como si no me lo hicieras a mí?
—No sé de qué hablas —fingió estar distraída—. Yo no me rebajo al nivel de los demás. Tú sola causaste lo que te pasó.
Estuve a punto de decirle "No, vas por debajo de los demás", pero sólo me fui. No dije mucho porque no quería gritarle en ese momento, y sólo sería peor porque estaba en una biblioteca.
Salí de la biblioteca y corrí hacia los baños y, al llegar, me encerré en uno.
—Maldita —murmuré.
Pateé con fuerza la puerta del baño con los ojos húmedos. Solté mi mochila negra y me senté en el piso del baño.
¿Por qué existe gente así?
(...)
Salí del baño después de haber secado mis lágrimas. Ya era la tarde y mi papá aún no me había llamado para avisarme que ya había llegado por mí. Regresé a la biblioteca, esperando que Yujin ya se hubiera ido.
La verdad solo vine por el aire acondicionado, mi mente está demasiado cansada para leer ahora.
Para mi suerte la biblioteca estaba casi vacía. Me senté en un pasillo del fondo, al lado de una ventana con una cortina oscura que bloqueaba la luz.
Me senté y suspiré. No sé cuánto tiempo me quedé mirando al vacío, preguntándome qué estaría haciendo Danielle ahora.
Hasta que un «Psst» me sacó de mi ensimismamiento.
—¿Quién... es? —susurré.
—Yo —dijo un susurro proveniente del estante a mi izquierda.
—¿Quién es yo? —cuestioné.
Escuché una dulce e inconfundible risa del otro lado del estante, y entonces supe de quién se trataba.
—Soy yo, Danielle.
—¿Dani? —la interrumpí— ¿Qué haces aquí?
—Te quería ver.
—¿Dónde estás?
Entonces unos libros en el estante fueron llevados hacia atrás y logré ver su rostro.
—Hola —sonrió.
—Hola —sonreí de vuelta—. ¿No te vieron venir?
—A la profesora en la entrada no le molestó —miró hacia el extremo de su pasillo, que era el último—. Ven.
Caminé hacia el extremo del pasillo para pasar al siguiente y encontrar a Danielle, quien me acogió en sus brazos como si no me hubiera visto en semanas (a pesar de que me había visto un rato antes).
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little miss perfect | daerin
RomanceHaerin no conoce el amor ni lo que le gusta, su madre siempre la ha llevado al camino de la perfección y el estatus alto, sin error alguno. Ella piensa que su relación con Danielle no es más que platónica, porque las consecuencias serían graves si f...