Capítulo 43.

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Oportunidad

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Oportunidad.

"Nuestra mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos". ~Confucio.


Cuando la luz de nuestra vida se ha enfadado sentimos que no tendremos una nueva oportunidad de volver a vivir, cuando la luz de nuestra vida se apaga pero nosotros seguimos viviendo, sentimos que vamos a caminar en una oscuridad eterna hasta que finalmente la muerte llegue por nosotros, sentimos que nuestra vida se va para abajo en el momento en el que perdemos la luz que nos ilumina, puede ser una mascota, nuestra familia pero sobre todo, esa persona que conocimos y nos hizo ver la luz de la vida.

A veces la vida es realmente injusta, nos arrebata a las personas que amamos sin siquiera avisarnos para poder despedirnos de ellos, nos hace sentir vulnerables cuando nos despoja de lo que más amamos y nos hace ver que estamos en un profundo dolor sin ser capaces de cambiar este, por qué por más que nosotros luchemos contra la desesperanza y la desesperación que nos embriaga tras un duelo, es imposible que sobrevivamos si la luz en nuestra vida no está para guiar.

Muchas personas dicen que ser dependiente de otra persona no es nada bueno y de cierta forma todos tienen razón, ser dependiente de alguien significa que tu vida se reducirá a esa persona, tus decisiones y todo acto alrededor se verá afectado por esa persona, es decir todo lo tomarás para beneficiarla o mantenerla a salvo, incluso de una forma más egoísta, tomarás las decisiones para no perderla, porque sabes que tu vida no continuará si esa persona se marcha y deja su luz apagada.

En nuestra vida siempre tenemos personas que brillan, unas más que otras, ese brillo se vuelve tan constante que nosotros sabemos que es nuestra guía para continuar en el oscuro camino con baches, desperfectos y maleza que se empeñará en hacernos tropezar, desde que somos pequeños nosotros tenemos luces que nos guían en el camino, esas luces se van haciendo más grandes conforme crecemos y nos damos cuenta de que se vuelven indispensables para nuestra supervivencia.

Pero muchos otros, después de vivir una pérdida queremos brillar por nosotros mismos, para que cuando se vuelva a apagar esa luz de las personas que amamos, no nos veamos colapsados al dolor y la desesperanza que provoca la oscuridad del túnel llamado vida, queremos darnos cuenta de que no estamos completamente malgastados, que tenemos la fuerza para continuar por nosotros mismos a pesar de que el dolor nos embriague, queremos volvernos independientes y brillar por nosotros mismos para saber que no necesitamos a nadie más.

Sin embargo, todos necesitamos una luz extra a nuestro camino, por eso la leyenda de que Dios separó la luz de un alma en dos personas, con el fin de que pudieran brillar separados, pero juntos creasen una iluminación tan grande que incluso todo su alrededor se convertiría en algo perfecto y hermoso, algo que daría vida a ese enorme túnel lleno de dolor y desesperanza. Cuando esa alma vuelve a juntarse, la luz que irradia es realmente perfecta y no importa absolutamente nada, porque el brillo es suficiente para iluminar el resto de sus vidas, vidas en las que caminarán tomados de la mano y seguirán iluminando su camino, sin importar que el dolor y la desesperanza los embriague y los haga sentir colapsados, porque esa es la magia que se crea cuando dos personas se juntan y complementan su alma.

Sólo tú. Mi dulce salvación.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora