Capítulo 57.

57 6 1
                                    

Por favor, Dios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por favor, Dios.

"Todo lo que deseo está contenido en mi plegaria." ~Sófocles


Vivir es un viaje lleno de obstáculos y aventuras, donde las desgracias e incertidumbres pueden surgir en un momento dado, poniendo en riesgo nuestro bienestar físico y mental. Aunque somos conscientes de esta realidad, tendemos a olvidarla. Una vez, un mediador experimentado fue cuestionado sobre qué lo diferencia de los demás, a lo que respondió: "Cada amanecer, me despierto con la idea de que podría ser mi último día y me esfuerzo por aprovechar cada momento". Cuando se le preguntó si otros comparten este conocimiento, respondió: "Tal vez lo entiendan intelectualmente, pero no logran comprenderlo en un nivel más profundo".

La idea de que el dolor, la enfermedad y la muerte son sucesos distantes que les suceden a otras personas es un error común. El budismo se refiere a esto como la "ilusión de seguridad". Solo cuando nosotros o alguien a quien cuidamos experimentamos tales circunstancias, comprendemos verdaderamente nuestra fragilidad y susceptibilidad.

Como individuos, hemos obtenido un gran control sobre nuestro entorno, por lo que todo lo que cae fuera de esa esfera de influencia se ve como una fuente de incomodidad y miedo. Esto es atribuible a nuestra naturaleza humana, por la que intentamos administrar y pronosticar todos los aspectos de nuestras vidas. Sin embargo, hay un ámbito de la existencia que no podemos regular o anticipar a nuestro gusto, y es precisamente en estos lugares de imprevisibilidad e impotencia donde nos sentimos más vulnerables.

La sensación de satisfacción que derivamos de tener el control de ciertos aspectos de nuestras vidas es lo mismo que nos puede causar un gran dolor cuando nos damos cuenta de que el control está fuera de nuestro alcance. Los pensamientos de no haber previsto, regulado o eludido ciertos eventos pueden ser insoportables.

La noción de control es una hoja de dos filos y, por lo tanto, es crucial manejarla con prudencia en nuestra existencia diaria. El hecho es que no tenemos control sobre los eventos que se desarrollan en nuestras vidas. Nuestra situación actual es una realidad que no se puede alterar, por lo que es inútil quedar atrapados en el deseo de cambio.

Una posible solución: Se podría argumentar que la solución a esta situación radica en cultivar una perspectiva más empática y benévola hacia nosotros mismos y la existencia en su conjunto. Al mantener una perspectiva equilibrada y aceptar todo lo que se nos presente, podemos adoptar una actitud más constructiva, nuestro enfoque debe estar en hacer lo que podamos para mejorar nuestras circunstancias, alterar lo que tenemos el poder de cambiar y liberar nuestro apego a las cosas que están más allá de nuestro control.

En circunstancias fuera de nuestro control, nos queda una opción: sucumbir a la angustia y permitir que nos consuma, o superarla y enfrentarla con valentía y compasión. A través de este proceso, podemos emerger con nuevos conocimientos y crecimiento personal que continuarán formándonos a lo largo de nuestras vidas.

Sólo tú. Mi dulce salvación.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora