Capítulo 03.

149 16 22
                                    

En mis sueños

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En mis sueños.

"El sueño es el alivio de las miserias para los que las sufren despiertos." ~Miguel de Cervantes


Dicen que nuestros sueños son aquello que más anhelamos tener en nuestra realidad, son imágenes que proyecta nuestro cerebro para darnos una tranquilidad inigualable para que podamos continuar sin lograr lo que anhelamos, es algo complicado de entender, pero muchos creen que esos sueños también pueden venir de visiones de otras dimensiones, incluso existen teorías que dicen que nuestros sueños son el reflejo de nuestra propia vida en otro universo.

Nunca había creído en eso, pero por primera vez en mi vida deseaba que sí esa teoría era verdadera en algún otro universo realmente estuviese teniendo la vida que anhelaba tener en ese momento, con mi hombre despertándome cada mañana de mi vida, demostrándome todo el amor que me tenía.

No me importaba saber que cada uno de los sueños que tenía con el hombre que amaba eran solo eso, unos sueños que jamás se volverían realidad porque lo había perdido para siempre y por más que me negara la realidad, él jamás volvería a mi lado y eso hacía que mi corazón se partiera en mil pedazos.

No me había imaginado una vida con nadie más, cuando estaba con Arniel, quizás habia imaginado una vida con los tres, una en donde nos pudiéramos amar sin que nadie nos juzgara y que a su vez pudiéramos compartir nuestras vidas. Pero había entendido demasiado tarde que esas ideas eran solamente porque quería pasar el resto de mi vida con Conall, sonaba cruel pero por más que lo había intentado y por más que yo me había tratado de convencer, qué sentía lo mismo por ambos, eso era una completa mentira.

Sin embargo su traición sí que me había dolido, siempre había confiado en él incluso cuando nos había abandonado en nuestra relación, mi corazón había entendido que quizás lo nuestro habría funcionado un par de años y después comenzaríamos a sentirnos incómodos, realmente trataba de encontrarle una explicación lógica a todo ello e incluso cuando mi corazón no había aceptado no me había molestado con él, si él quería incluso yo había planeado que retomásemos nuestra amistad, una simple amistad.

Pero cuando me enteré de que él había sido el maldito traidor que había asesinado a mi familia y a mi ejército, realmente había sido un golpe bajo, no solo a mi corazón si no a mí todo yo. Realmente me había molestado en grande que no tuviese la mínima compasión por lo que habíamos vivido en el pasado, simplemente me había golpeado de la peor manera que alguien podía hacerlo y eso era una traición.

La ira y el enojo que se habían almacenado en mi corazón realmente sentía que era capaz de destruirlo completamente, dejarlo sin absolutamente nada, quitarles sus esperanzas y sus anhelos para después verlo caer para que suplicase por piedad. Realmente la venganza no había sido algo con lo que mi familia me había educado, mi madre siempre había dicho que la venganza envenenaba el corazón y por lo tanto jamás nos había enseñado a ser vengativos a menos que se metieran con los que nosotros amábamos.

Sólo tú. Mi dulce salvación.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora