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Capítulo 7: El Enfrentamiento y la Retirada

El campo de batalla era un remolino de caos y desesperación. Scaramouche y Kazuha, cada uno al mando de sus respectivos ejércitos, se enfrentaban ahora cara a cara en medio del fragor de la guerra. Los soldados que los rodeaban luchaban con una intensidad feroz, pero para los dos comandantes, solo existía el otro en ese momento.

Scaramouche avanzó con paso firme hacia Kazuha, su expresión una máscara de ira contenida. "¡Kaedehara! ¿Cuál es tu juego aquí? ¿Por qué estás del lado de los opresores?"

Kazuha, con una calma que parecía aún más peligrosa por el contraste con la violencia circundante, respondió con voz serena pero cargada de emoción reprimida. "No te equivoques, Scaramouche. Lucho por la libertad y la justicia, no por la opresión."

La distancia entre ellos se redujo rápidamente hasta que estuvieron a solo unos metros de distancia. Los soldados de ambos bandos observaban con cautela, sabiendo que la situación entre sus líderes era tensa y potencialmente explosiva.

"¿Justicia?", escupió Scaramouche con desdén. "No me hagas reír. Tus ideales no son más que una excusa para mantener el status quo, mientras tu gente sufre."

Kazuha apretó los puños, sus ojos brillando con una mezcla de tristeza y determinación. "Tus palabras son vacías, Scaramouche. No entiendes la verdadera carga de liderar y proteger a tu gente."

El intercambio de palabras se intensificó, cada uno acusando al otro de hipocresía y crueldad, mientras el ruido de la batalla rugía a su alrededor. Los soldados de ambos bandos se mantenían alerta, esperando el momento en que la violencia verbal se transformara en violencia física.

Sin embargo, antes de que las espadas pudieran desenvainarse entre los dos comandantes, un sonido estruendoso resonó en el campo de batalla. Los soldados de ambos bandos se detuvieron, sus miradas se volvieron hacia el cielo donde el estandarte de cada nación ondeaba en el viento.

Desde un promontorio cercano, los líderes de Inazuma y Liyue se hicieron visibles, sus rostros reflejando preocupación y pesar. Sabían que la batalla había cobrado un costo demasiado alto en vidas y recursos.

El líder de Inazuma, un hombre de aspecto severo pero con una mirada compasiva en sus ojos, alzó la voz sobre el estruendo de la batalla. "Hemos perdido demasiados valientes en esta lucha...No podemos continuar así."

La líder de Liyue, una mujer de mirada penetrante y gesto determinado, asintió solemnemente. "Tiene razón... Nuestra gente necesita tiempo para sanar y reagruparse. Retirémonos por ahora."

Las órdenes fueron transmitidas rápidamente a través de las filas de ambos ejércitos. Los soldados, exhaustos y ensangrentados, bajaron las armas y se retiraron lentamente de la línea del frente. La tensión en el campo de batalla disminuyó gradualmente, reemplazada por un silencio cargado de cansancio y resignación.

Scaramouche y Kazuha se separaron con una mezcla de alivio y frustración. Sabían que la retirada era inevitable, pero ninguno de los dos se sentía satisfecho con el resultado. El precio pagado en vidas era demasiado alto, y el peso de esa responsabilidad pesaba sobre sus hombros.

Mirándose el uno al otro por última vez antes de que las tropas se dispersaran, Scaramouche y Kazuha vieron reflejado en los ojos del otro el cansancio y la determinación que compartían. Aunque enemigos en el campo de batalla, también eran líderes que entendían el sacrificio y la pérdida que la guerra traía consigo.

Cuando el campo de batalla finalmente se quedó en silencio, solo quedaron los cuerpos caídos y el eco lejano de lo que había sido una confrontación brutal. Scaramouche y Kazuha se retiraron con sus respectivas tropas, cada uno sumido en sus pensamientos y reflexiones sobre lo que la guerra les había enseñado.

La retirada marcó el final temporal de la batalla, pero ambos sabían que el conflicto no había terminado. La guerra continuaría, y con ella, los desafíos y las pruebas que enfrentarían como comandantes y como seres humanos en un mundo marcado por la violencia y la ambición.

Y así, con corazones pesados y mentes llenas de incertidumbre, Scaramouche y Kazuha se prepararon para lo que el destino aún tenía reservado para ellos en los días por venir.