ᶜᵒʳᵃᶻᵒⁿᵉˢ ᵉⁿ ᴳᵘᵉʳʳᵃ ᴬˡᵐᵃˢ ᵉⁿ ᴾᵃᶻ ¦ ᴷᵃᶻᵘˢᶜᵃʳᵃ

Capítulo 9: La Condena de los Líderes

Mientras Scaramouche y Kazuha se encontraban perdidos en la isla del corazón de piedra, ajeno a la paz que había conquistado y el amor surgido, sus líderes respectivos, observadores sospechosos, los vieron.

Ambos dirigentes, presos de la paranoia y el miedo, estaban convencidos de que Scaramouche y Kazuha habían traicionado a sus naciones al encontrarse en secreto. Los informantes los habían visto ingresar a la isla, y aunque no sabían lo que estaba ocurriendo exactamente, la sola idea de que sus comandantes se encontraran en una tregua informal les preocupaba profundamente.

"Esto es inaceptable", gruñó el líder de Inazuma, su rostro una máscara de ira y desconfianza. "¿Cómo se atreven a conspirar entre ellos, cuando la sangre de nuestros soldados aún mancha sus manos?"

La líder de Liyue, igualmente perturbado, asintió con solemnidad. "Debe ser un acto de traición. No podemos permitir que continúe esta farsa. Si están colaborando en secreto, ¿qué más podrían estar tramando contra nosotros?"

Con decisiones tomadas en el calor del momento y cargados de resentimiento y desconfianza, los líderes de ambas naciones emitieron órdenes inmediatas para que Scaramouche y Kazuha fueran traídos ante ellos, vivo o muerto. La traición, como la entendían, no sería tolerada. Los informantes fueron enviados con instrucciones precisas de encontrar a los comandantes y llevarlos ante la justicia, sin importar las consecuencias.

Mientras tanto, en La Isla del Corazón de Piedras, Scaramouche y Kazuha se aferraban el uno al otro en una desesperada tregua de amor y perdón. Habían pasado semanas descubriendo que su enemistad era solo un reflejo de las políticas de sus naciones, y ahora, con sus corazones y almas abiertas, descubrieron que el amor que sentían era más fuerte que la guerra que los había separado.

"Kazuha", susurró Scaramouche, con los ojos llenos de lágrimas mientras miraba al cielo estrellado. "Si tan solo pudiéramos estar juntos sin la sombra de la guerra sobre nosotros."

Kazuha asintió con tristeza, sabiendo que el destino era cruel pero incapaz de encontrar una respuesta. "Scaramouche, prométeme que siempre recordarás este momento. Nuestro amor es real, incluso si el mundo nos condena."

Antes de que Scaramouche pudiera responder, el sonido de los pasos apresurados y las voces en la distancia los alertó. Los informantes habían llegado, llevando consigo las órdenes de sus líderes y la condena de sus destinos.

Con el corazón pesado pero lleno de determinación, Scaramouche y Kazuha se prepararon para enfrentar a sus destinos, sabiendo que su amor yace en el corazón de la isla de piedra, incluso si sus cuerpos eran arrastrados a la muerte.