Reencuentro

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Después de la reconciliación padre e hijo y de disfrutar de un enorme helado de chocolate con crema batida y otras delicias que Armando muy goloso agrego al suyo, ante la mirada divertida de don Roberto, que lo imitó en todo, ambos se dirigieron al chalet de los Mendoza, quedando de acuerdo en que el tema de la futura paternidad de Armando, quedaría reservado entre ellos dos, hasta que él arregle las cosas con Betty, y acuerde con ella la conveniencia de hacer pública la espera de su futuro hijo.
También acordaron que don Roberto le ayudaría con la presidencia y lo cubriría cuando él viajase a Cartagena a reunirse con Betty, cosa que haría ese mismo fin de semana.
Con ayuda de su padre, Armando podría ausentarse desde el mismo jueves al medio día hasta la tarde del martes y así sucesivamente, hasta que estén en temporada de lanzamiento y se requiera más la presencia de él en la empresa. O hasta que la fecha de parto de Betty se acerque y el no se mueva de Cartagena hasta que nazca su hijo y puedan regresar los tres a Bogotá o el decida quedarse en Cartagena con ellos, definitivamente.
La decisión final, era de Betty y el haría lo que ella quisiese siempre y cuando puedan estar juntos. Don Roberto por su parte, estaba decidido a apoyar a su hijo en la decisión que tome y así se lo hizo saber.
Armando muy emocionado, le agradeció a su padre todo su apoyo y la ayuda que le estaba dando en ese momento para poder reunirse con Betty antes de lo que el pensaba y le prometió mantenerlo al tanto de como iban las cosas con ella.

.......💖

En Cartagena de indias, Betty se encontraba sentada en la playa, disfrutando de uno de sus momentos de relajación en soledad, admirando ese enorme mar que tanto la había cautivado.
Llevaba en ese sitio unos días, apenas cuatro desde el lunes al medio día en que había llegado acompañada de Catalina Angel, quién se había quedado con ella hasta el miércoles en la mañana, para ayudarla a instalarse y confirmar que se quedaba cómoda.

Michel le había hecho el favor de conseguirle alojamiento, una bonita y pequeña casita de una sola planta con dos habitaciones, a pie de playa y con enormes ventanales que le daban mucha iluminación y ventilación a la casa.
En un principio, el francés le había ofrecido el apartamento que estaba al lado del suyo, el cual era de su propiedad y normalmente lo alquilaba, pero Betty se negó en redondo, no solo porque la "cercanía" tan confiada que tenía Michel con ella la incomodaba demasiado, sino que, además, ella pensaba que, si Armando iba a buscarla, le mortificaria muchísimo tener tan cerca al francés y más aún, saberla a ella tan cerca de Michel cuando el no pueda estar a su lado.
Así que dando de excusa al francés de que a ella no le gustaban los apartamentos y que prefería una casita a pie de playa, había conseguido que Michel alquile a su nombre esa bonita y coqueta propiedad de la que disfrutaba desde había cuatro días.

Suspiro profundamente y llevo las manos a su vientre, sintiendo complacida las pequeñas pataditas de su bebé, las cuales había comenzado a sentir apenas unas semanas atrás.
A pesar de todo, se sentía tranquila y feliz en ese sitio, pero mirando la inmensidad del mar, no pudo evitar que su mente comience a trabajar, trayendo a su memoria la última conversación que habia tenido con sus padres el mismo día que llegó a Cartagena y que tanto daño le había hecho.

Recuerdo.

DJ: alo? Familia Pinzón Solano?

B: ho.. hola mamá, soy Betty.

DJ: (sin poder ocultar su molestia) hasta que se digna a llamar mija! Cómo es eso de que se va así como si nada, sin avisar dejando solo una carta? Y como está eso de que está embarazada y no fue capaz siquiera de decírmelo a mi ha?

B: (reprimiendo el llanto) mamá, calmese si? Deje que le explique...

DJ: (interrumpiendola) y que me va a explicar ha? Que no confío en mi lo suficiente? Que prefirió decírmelo en un papel y después huir? Que me va a decir Beatríz Aurora?

El Amor De Papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora