Es una niña!

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El fin de semana paso más rápido de lo que hubiesen deseado, y cuando menos se dieron cuenta, el martes ya había llegado y Armando debía regresar a Bogotá en el vuelo del medio dia.
La despedida en el aeropuerto fue dura para ambos, pero la promesa del próximo reencuentro y la posibilidad de pasar el siguiente fin de semana igual o mejor de lo que habían pasado ese, amenizaba el dolor del alma que ocasionaba la inminente separación.

A: (besándole el rostro dulcemente) no me llores mas mi amor, que no soporto verte asi, ademas le hará daño al bebé.

B: (abrazándolo con fuerza) no puedo evitarlo, lo voy a extrañar mucho.

A: (conteniendo las lágrimas) ya verás que cuando menos lo esperes volveré, además, te llamaré cada día y a cada instante que pueda. Ya verás que al final acabarás cansada de mi ja ja.

B: (sin soltarlo) eso no va a pasar!

A: (sonriendo ante tal afirmación) eso espero ja ja. Ya mi amor, me tengo que ir ya están llamando a abordar mi vuelo (la veda con dulzura) te amo, te llamo en cuanto llegue si?

Betty asintió aún llorando y lo besó nuevamente antes de soltarlo para que pueda marcharse. En ese momento se arrepentía de haber viajado a Cartagena, porque ahora que tenía la certeza de que Armando la amaba, la distancia se hacía difícil de llevar. Pero a la vez comprendía que esa distancia, le daba la paz y la tranquilidad que necesitaba en ese momento y que sabía perfectamente, que no tendría en Bogotá, no con la pelea tan reciente que había tenido con sus padres, la perseguidera y el escándalo al que de seguro la sometería Marcela Valencia, muy bien secunda por su inseparable amiga Patricia Fernández y por doña Margarita, al saber que ella había vuelto con Armando y que además esperaba un hijo suyo.
El asedio al que los sometería la prensa rosa y amarillista al saber que el "soltero más codiciado de Bogotá" esperaba un hijo con su ex asistente, y ella no estaba por la labor de pasar por eso, al menos no por el momento. Por eso había decidido quedarse en Cartagena, así se le fuese el Alma cada vez que Armando tuviese que volver a Bogotá.

........💖

Acababa de colgar la llamada y ya sentía que la extrañaba. Apenas había bajado del avión, le había llamado y se habían quedado hablando hasta que él llegó a su apartamento.
Suspiro pensando en el hermoso fin de semana que habían pasado, en los besos y las caricias, que se dieron, en esas bellas caminatas en la playa tomados de la mano, que siempre acababan con divertidos baños en el mar, donde Betty reía y disfrutaba como una niña, mientras el se perdía en su absoluta cercanía, ya que ella por los nervios de no saber nadar, se le colgaba como un koala, con brazos y piernas, logrando no solo que el ría divertido, si no que luego deba dar fuertes brazadas para calmar su excitación, ya que el deseo que Betty le despertaba, era muy fuerte.
También estaban esas noches en las que pudo tenerla entre sus brazos, abrazarla contra su pecho y disfrutar de sentir los suaves movimientos de su pequeño dentro del vientre, los cuales podía percibir sutilmente a través de la piel de Betty.

A Pesar de que las cosas entre ellos dos, no habían ido más allá de besitos y caricias, Armando sentía que había pasado el mejor fin de semana de su vida, estaba recuperando al amor de su vida, poco a poco iban reconstruyendo su relación y la confianza entre ellos, ya que a pesar de estar ambos de acuerdo en no hablar del pasado, durante las largas charlas que habían mantenido esos días, de una y otra forma, habían terminado aclarando esos puntos obscuros de su relación, incluso lo que había sido de sus vidas en esas ocasiones en las que estuvieron separados, cuando ella se fue a Cartagena y luego cuando el se fue a Suiza con su hermana, pudiendo al fin dejar todo atrás, para iniciar de nuevo, desde cero y sin rencores.

Aparcó sus pensamientos, cuando estacionó el carro a las puertas de Ecomoda, pasaban de las dos de la tarde y debía reunirse con su padre para ponerse al corriente de lo que debía hacer esa semana, además de ponerlo a el al tanto de lo que había pasado con Betty.

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