Todos se desesperaron cuando el cuerpo del Omega cayó al piso, los Omegas menores al instante se acercaron a él y Leo quien sabía de medicina lo revisó.
Los Alfas estaban solo mirando con su segundo shock del día, eso hasta que Cáncer reaccionó y se acercó al Omega que estaba inconsciente, o por lo menos lo intentó.
- ¡No te acerques! Esta en celo, no lo vas a tocar.
El Omega pelinegro de ojos azules se interpuso en el camino del Alfa de pelo rosado, era el mas pequeño, de estatura, de los cuatro Omegas ahí presente, detrás de él se paró en Omega menor, este miraba fijo a su destinado de pelo rosa, no pensaba dejarlo pasar.
- Estoy acostumbrado, no me afectan los celos de los Omegas... ¿me dejarían revisarlo?
Insistió otra vez el Alfa, Cáncer estaba seguro de que él podría ayudar, el Omega tirado en el piso no se veía muy bien y el Omega de pelo rosado parecía estar entrando en desesperación.
- Yo puedo hacerlo. Aléjense.
Dijo de todas formas, estaba decidido a no dejar que alguien más tocara a su amigo.
-Soy médico, si quieres lo revisamos juntos, pero está muy pálido para ser solo un celo...
Miró suplicante al Omega, le sorprendió el parecido que tiene con su tía... pero después pensará en ello, ahora lo que más importa es el Omega desmayado.
-Es porque no es solo el celo...- mientras que el Omega hablaba el pelinegro en el piso empezó a convulsionar logrando así que su mente se ponga en blanco- déjenlo pasar chicos, está bien, tengo mi daga en el bolsillo.
Y con ese permiso y amenaza Cáncer se acercó.
Mientras tanto el Alfa peliblanco de ojos amarillos se acercó al Omega de ojos azules para hablar.
- ¿No crees que se parecen esos dos?
Dijo refiriéndose a los dos peli rosas.
-Na, solo tienen el pelo del mismo color. Y no me hables, me pongo nervioso.
El Omega estaba notablemente nervioso, no solo por la cercanía del Alfa, sino que por la condición en la que se encontraba su mayor, en su mente estaba meditando para calmarse, ya que al ser recesivo no tenía control de sus feromonas y si se alteraba mucho podrían salir disparadas sin control.
- ¿Perdón?...
Dijo sin entender bien, básicamente el Omega le estaba "cortando el rostro".
- Perdonado, pero ya no hables.
La pierna derecha de Tauro estaba moviéndose sin parar, un claro signo de ansiedad o incomodidad, pero el Alfa no parecía darse cuenta de ello, por lo menos no ese alfa, pero sí los otros dos, el peli celeste y el pelirrojo, quienes miraban con desaprobación al peliblanco.
- Pero al final ni me dijiste tu nombre...
-Mi hermano mayor es quien está tirado en el piso inconsciente, por ahora quédate con la duda. y callate, no quiero hablar.
Dicho eso el Omega se alejó y se fue lejos del alfa, si quería hablar con él, pero en ese momento sabía que si hablaba iba a terminar llorando, estaba teniendo muchas emociones mezcladas, más de las que podía soportar.
-waa que carácter de mierda que tiene tu Omega...
- Me encanta... me voy a casar con él, Aries.
Sus amigos lo miraron y negaron, el peli celeste habló.
-De verdad estas mal de la cabeza, Géminis.