El mundo se fue a la mierda después de que a los Alfas se les subiera mucho a la cabeza el ser "la más fuertes de las castas".
Comenzaron a menospreciar de más a los Omegas, para ellos ya no eran personas, no tenían derechos. La gran mayoría de los pequeños Omegas fallecieron por dar a luz tantas veces seguidas, pero solo eso eran para los Alfas, los que poseían el vientre para tener a sus cachorros, a sus herederos.
Muchos Alfas llegaban a tener hasta más de quince hijos en dos o tres años, la mayoría no eran reconocidos por nacer Omegas obviamente. No importaba si eran Omegas femeninas o masculinos ,ellos llegaban a embarazar hasta a tres o cuatro a la vez ,incluso más, depende el estatus social que tengan y cuántos Omegas se les permitía tener por ello.
Los Omegas vivían en los áticos o los sótanos, solo salían para que los Alfas se divirtieran y algunas veces también sus amigos. Luego de tener a sus cachorros, los Omega los criaban junto a ellos, encerrados. Si esos cachorros eran Alfas salían al exterior, si eran Omegas se quedaban encerrados o los vendían a Alfas con un buen estatus social y si nacían Betas...
Los Betas eran extraños en ese tiempo. Si un beta era más parecido a un Alfa "masculino", se lo trataba dentro de todo bien, podía sobrevivir entre esos desagradables animales. Pero si un Beta era más parecido a un Omega "afeminado" era sometido a muchas cosas, llegaba a ser hasta peor que los pobres Omegas.
Los Betas no pueden embarazarse, por lo que TODOS los Alfas y Betas "masculinos" se aprovechan de eso. Los Betas afeminados son los juguetes sexuales de todos ellos.
En cada reunión de negocios hay dos o más Betas afeminados paseándose desnudos por el lugar, y cualquiera de los que estaban ahí podían agarrarlos y hacerlos sentar sobre su polla para satisfacer sus necesidades, los pobres Betas no podían quejarse, si lo hacían morían en ese instante...
Aunque la mayoría se quejaba para morir de una vez.
Los pobres Omegas ya no sabían si querían que sus cachorros nacieran como Alfas ,Omegas o Betas . Si naciesen como Omegas sufrirían ,si naciesen como Betas afeminados sufrirían, y si nacieran como Alfas o Betas masculinos, se convertirían en la peor escoria que pisaría el planeta tierra, capaces de hasta hacer sufrir y someter a sus propias madres.
Muchos Omegas preferían directamente no dar a luz y morir.
Pero un día ,un gran grupo de Omegas y de Betas afeminados pudieron escapar gracias a alguien extraordinario que los rescató, un Alfa distinto, el señor Orión ,quien estaba dispuesto a salvar la vida de los Omegas y quien estaba totalmente seguro de que en algún momento iban a volver los Alfas buenos y amorosos, que los destinados en parejas con Alfas, Omegas y Betas iban a volver a existir, que los Omegas y Betas iban a poder ser felices junto con sus cachorros.
Y estaba en lo correcto. De los Omegas que rescató, tres estaban en cinta y habían tres cachorros con auras diferentes, y los iban a criar para que sean fuertes e inteligentes, pero también amorosos y comprensivos. Y de los pobres Omegas que quedaron ,seis tendrian a esos dichosos Alfas que ayudarían a cambiar el asqueroso mundo en el que ahora vivían, aquellos que se darían cuenta de la importancia del amor verdadero de una madre y una pareja, esos que sentirían un vacío en el pecho gracias a ese amor destinado que volvió a nacer entre tanta destrucción.
Los rescatados por el señor Orión se escondían en las montañas más alejadas del país. Todos creyeron en las palabras de su salvador, todos estaban esperando el momento en el que podrían ser libres y felices otra vez.
El momento en el que los destinados volvieran junto con el amor y la igualdad.
El momento en el que los Beta puedan ser felices y también puedan ser tratados con amor, que puedan tener a sus cachorros para ser felices.
El momento del cambio.
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