Capítulo 18: Estoy bien nene

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Capítulo 18: Estoy bien nene

Fran abrió la puerta de la casa con torpeza.

Mi pie escayolado hizo un poco más dificultoso el hecho de pasar por la puerta conmigo en brazos.

Le dije que me bajara pero él insistió en llevarme así hasta la habitación...

Eran algo más de las ocho de la noche y el cielo se disponía a ir apagándose poco a poco.

Por la ventana del cuarto los matices naranjas invadían la habitación pintándola de una suave sensación de calor que me hizo pensar que ya estaba de vuelta en casa.

Mi amo me dejó sobre la cama para luego arrodillarse y besar mi tobillo.

Un ligero rubor tiñó mis mejillas y él sonrió.

-Soy tan idiota... He estropeado la fiesta.

-No, ha sido un accidente nene. ¿O es que acaso tú querías pegarte ese tortazo?- preguntó sin poder evitar una risita.

Puse cara de enfado e hice un pucherito.

-Claro que no me quería caer pero me alegro de que mi desgracia haya resultado algo tan cómico para todos vosotros...

-Venga no te enfurruñes- dijo mientras me tomaba de la barbilla y me hacía caer lentamente sobre el colchón.

Él se encontraba tumbado encima de mí. Aún tenía el bañador puesto y su cabello estaba algo enmarañado debido al cloro de la piscina.

Mis labios temblaron cuando comenzó a acercarse.

Cerré los ojos y noté como tomaba entre sus dedos la hebilla de mi collar de sumiso. Aquello me hizo recordar algo importante.

Mis manos se alzaron hasta su pecho, cortando su avance.

Fran me miró con algo de curiosidad y yo esbocé una amplia sonrisa.

-Aún no has abierto tu regalo.

Él me devolvió la sonrisa y estalló un beso pequeño en mis labios.

-Bueno eso puede esperar... antes podrías regalarme otra cosa de ti.

Puse los ojos en blanco mientras me incorporaba con dificultad.

-¿Voy a tener que ir yo?

Fran se puso de pie exhalando un profundo suspiro.

Mis cosas se encontraban abajo todavía así que mi Amo salió de la habitación para buscarlas.

Al poco tiempo regresó con el cuadro envuelto en papel de regalo.

Una sonrisa brillante se dibujaba en su cara.

Tomó asiento a mi lado en la cama.

-Me sorprendió que fuera Susana quién lo trajera. Ella también me ayudó a mí a elegir tu regalo ¿lo sabías?

-¿Hablas en serio?

-Sí- respondió.

Ahora entendía porque se habían hecho tan amigos de la noche a la mañana. Haber estado hablando sobre mí, extrañamente, los había unido mucho.

-Bueno... Ábrelo ya, estoy nervioso- insté.

Fran rió mientras rasgaba el papel.

Cuando lo hubo roto por completo le dio la vuelta al cuadro para poder contemplar el diseño que había hecho Héctor.

Tenía una mezcla de colores oscuros y metalizados, con diversos tonos de azul.

Sonreí.

Había quedado perfecto y, como cuadro, era una pasada.

Amor de Látex, Caucho y GomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora