Año Nuevo

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El peli verde descansaba sobre la cama aun carente de vestimenta siendo escondido por las sabanas. Junto a la cama a la que descansaba se encontraba Hado con una toalla que se ajustaba vagamente a su cintura cubriendo desde sus senos hasta por debajo de sus glúteos.

Apoyándose en la cama, la chica de pelo azul se frotaba la cabeza, inclinándola ante su mejor amiga Haya, quien la observaba con los brazos cruzados y una vena prominente en su frente.

Haya suspiró, moviendo los dedos con impaciencia mientras esperaba las explicaciones de su amiga. — Nejire, sabes que eres mi mejor amiga y todo, ¿pero qué tenías en la cabeza cuando te lanzaste hacia ese chico? 

Hado se secó las lágrimas que asomaban en el borde de sus ojos después de recibir innumerables golpes en la cabeza. — U-Ugh... es que anoche, no sé qué pasó, entre la confesión y los besos, simplemente me dejé llevar...

Hado recordaba fragmentos de la noche anterior; entre ellos, su declaración y momentos del juego. No lograba recordar con precisión cómo habían concluido con sexo ni como, lo único que sentía era un constante hormigueo en su abdomen por debajo de su ombligo.

— Y pues... eh, no recuerdo mucho, solo un líquido caliente que me cayó en la ca- — Haya hizo silencio, colocando sus manos sobre su boca para evitar dar más detalles.

—¡NO! ¡NO NECESITO DETALLES, ¿OKAY? —interrumpió, sintiendo cómo sus mejillas se encendían de vergüenza al imaginar a su mejor amiga cubierta de... esperma. No era nada agradable. "No quiero ni preguntar qué es ese líquido en el suelo, que Dios me ampare".— Y... eso es todo? ¿así como así te acuestas con Midoriya? ¿usaste siquiera protección? — pregunto

Hado afilo la mirada un poco tratando de recordar los acontecimiento de anoche — Oh! se necesitaba protección? con razón sangre cuando la me-

—¡Sin detalles! —exclamó, interrumpiendo de nuevo—. ¿Y qué es eso de "¿se necesitaba protección?"? ¡Por supuesto que sí! ¡Podrías quedar embarazada! —le reclamó a su amiga, quien se encogió de hombros.

— Ay... Bueno, es que no había nada de protección aquí y, ¿embarazada? ¿No es así como llegan los bebés? — Hado le preguntó a la chica, quien levantó las cejas con incredulidad. — ¿Y por qué usaría protección? ¡Sería un sueño tener un bebé!

Haya exhaló un suspiro exasperado ante la ignorancia de Hado. —Al menos dime que terminó afuera...— Se frotó el puente de la nariz mientras observaba a su amiga, quien la miró en silencio por un instante.

A Hado se le formó una sonrisa tonta con un rubor creciente en sus mejillas. —Jejeje... digamos que nos dejamos llevar por la emoción y... —Hado llevó sus manos a las mejillas— la sensación cuando se cor- BONK.

— ¡¿LO DEJASTE ACABAR DENTRO?! ¿SIQUIERA ESTABAS EN TUS DIAS SEGUROS? — grito Haya desesperada por la estupidez que Hado había cometido.

— ¡UISH YUYU! ¿Qué tiene de malo? ¡Se sintió rico!

— No se trata de sentirse "rico", se trata de que tener un bebé siendo tan jóvenes arruinará tu futuro y el suyo — replicó Haya.

— PUES YA NO PUEDO VER MI FUTURO SIN ÉL — declaró Hado, frunciendo el ceño con firmeza, emanando determinación. Haya la observó en completo silencio, asombrada por la vehemencia de la chica de cabello azul.

Haya suspiró y bajó la cabeza en señal de derrota. —¿Cuántas veces?— preguntó con voz baja. Hado la miró confundida, ante lo cual Haya repitió: —¿Cuántas veces se corrió dentro? 

Hado la observó por unos segundos y tocó su mejilla con un dedo, intentando recordar. — Uhm... no recuerdo nada después de la sexta. — Haya abrió los ojos sorprendida y luego dirigió su mirada hacia Midoriya, quien yacía aún inconsciente en la cama.

UnveiledDonde viven las historias. Descúbrelo ahora