Melancolía // Hermione Granger

El reflejo del miedo se oculta en el armario

Unas horas más tarde después del accidente con el hipogrifo, Olivia, su hermano y varios de sus compañeros de casa decidieron visitar a Draco en la enfermería durante algunos de los descansos.

Aunque Draco se encontraba bastante bien después de que Madam Pomfrey lo hiciera beber un líquido raro para el dolor, parecía que había decidido llamar la atención de los demás por otro largo tiempo.

Lo cual, para decir verdad, a nadie le importó.

O bueno, a nadie excepto a Pansy.

-¡Draco!, ¿Estás bien? ¿Cómo te encuentras? ¿Te duele mucho? 

-Esa niña es rara.- murmuraba su hermano mientras observaban a Pansy estrechar la mano de la Señora Pomfrey en agradecimiento por "salvarle la vida" a Draco.

-¿Y apenas te das cuenta?

-¿Por qué tienes esa venda? Tu brazo está como nuevo.- reclamó Evan diez minutos después una vez que Pansy dejó la enfermería.-

-Algo como esto no se puede pasar por alto. Hagrid tiene que lamentar lo que su mugroso pájaro me hizo.

-Pues a mí parecer te lo mereces.- contestó Olivia.-

-No me interesa. Le enviaré una carta a mi padre contándole lo que pasó. Estoy seguro que él hará que despidan a ese idiota y a su animal.

-Ni se te ocurra ni pensarlo, Draco.

-¿Defenderás al gigante ese? Por favor, Liv. Sabes que mi padre tiene el dinero y el poder para lograr lo que se proponga.

Y en eso tenía toda la razón. Su tío Lucius y su familia tenían tanto poder y dinero como la suya. Lo más probable es que termine sobornando a más de uno para que se pongan a su favor.

-Llegaré tarde a clase. Nos vemos, Ev.- se despidió de su hermano rápidamente sin atreverse a dirigirle la mirada al rubio sobre la cama.-

Y sin decir otra palabra, Olivia dejó a pasos rápidos la enfermería. Su última clase sería en unos minutos y no llegaría tarde por estar escuchando las quejas de Draco.

Si bien es cierto que no había convivido lo suficiente con Hagrid para poder confiar en él, mucho menos para ponerse a su defensa, pero por otro lado, sabía que Buckbeak era inocente hasta donde se podía decir.

Si era cierto lo que Draco decía acerca de contarle a su padre, él hipogrifo se enfrentaría a graves consecuencias.

Pero tampoco es como si pudiera ponerse en su contra. Estar en contra de Draco o Lucius Malfoy implicaba ponerse en oposición de toda su familia.

Y aunque quisiera, no podría hacerlo. Deshonrar su apellido por alguien como Hagrid, Harry o cualquiera que no fuera digno de su imperio en la sociedad significaba ser desterrado por los pilares de la casa Black.

Ya buscaría la forma de hacer ver a Draco su error antes de que sus palabras que gritaban falsedad llegaran a oídos de su padre.

Y si era demasiado tarde, entonces encontraría la manera de defender al hipogrifo de una manera u otra sin que su padre o el resto de su familia se enteraran.

Pero para mala suerte de Olivia, no había pensado que hacerlo sola no sería una opción, necesitaría ayuda para lograrlo. Ayuda que no sabía que necesitaría en ese momento y que más adelante se negaría a aceptar. Ayuda de personas más allá de sus amistades.