Jugo sabor orina de zorrillo

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Los días pasaban lentamente y Olivia aún no podía dejar de sentirse un tanto agobiada por su primera clase con el profesor Lupin.

Algunos todavía la miraban extrañados, claramente recordaban tanto como ella lo ocurrido hace unas semanas, ¿Tan vergonzoso habrá sido?

Por otra parte, estaba agradecida de que el profesor Lupin no haya sido tan drástico con ella después de huir de su clase sin siquiera preguntar.

Pero Olivia prefería pensar en eso lo menos posible. Solo tenía que mantener la mente ocupada en otras cosas, no debería ser tan difícil, ¿Verdad?

-¡Liv!- la llamó su hermano mientras bajaba la escalera de caracol en la sala común para luego sentarse a su lado en una de las mesitas.- ¿Estás lista para mañana?

El tema de conversación que predominaba mayormente en los alumnos de tercero, era la primera visita que tendrían a Hogsmeade, un pequeño pueblo que según su hermano, era mágico no por los varios artículos y demás que les ofrecían, sino por la experiencia.

-Más que lista, Ev.- afirmó Olivia en un tono de seguridad.- He deseado ir a Hogsmeade desde hace dos años cuando fuiste por primera vez y regresaste con un olor a zorrillo después de que tú y tus amigos raros se lanzaran bombas fétidas entre ustedes.

-Fue hermoso...- dijo Evan en un suspiro mientras miraba el techo con algo de nostalgia.-

Olivia aún recuerda a la perfección como hace dos años su hermano llegó brincando de emoción después de haber visitado Hogsmeade.

Además de volver con un olor insoportable, Evan también le trajo varios obsequios de la tienda de dulces de Hogsmeade, todos los caramelos más raros y deliciosos que Olivia pudo haber imaginado valieron la pena. Pero este año, era el turno de Olivia visitar Hogsmeade con el resto de su clase.

-Si tú quieres, podríamos ir por una cerveza de mantequilla de las que tanto hablabas después de haber terminado de visitar todas las tiendas, ¿Qué dices?- preguntó Olivia volviendo a la conversación un poco más emocionada.- También podemos comprar todos los dulces raros que siempre me traías, o comprar artículos de broma y usarlos todos en Ron o tal vez...

-Digo que esa idea me parece perfecta, en especial lo del pequeño Weasley...- la interrumpió Evan poniéndose de pie con una amplia sonrisa en su rostro.-...pero creo que mejor veremos eso mañana, ¿Te parece? Ya es algo tarde. Además, necesito mi sueño reparador de belleza, ir por los pasillos deslumbrando a todas las niñas de Hogwarts con mi dulce cara angelical es agotador...

-Ay ajá.- respondió mientras rodaba levemente los ojos.-

-¡Es en serio, Liv! Hace unas horas unas chicas de Ravenclaw no dejaban de mirarme. Apuesto a que ahora mismo deben de estar peleando por decidir quién será la que me invitará a salir primero.

-Tal vez solo haya sido por el enorme grano que tienes en la frente, ¡pero ey!, pronto encontrarás a la chica perfecta para ti. Alguna con algún tipo retraso mental o algo así...- respondió con algo de sarcasmo diciendo esto último en un bajo murmullo que al perecer, Evan no alcanzo a escuchar.-

-¡¿Grano?!- fue lo único que Evan dijo antes de correr hacia la gran escalera de caracol de la sala común y dirigirse hacia su dormitorio.-

-Bien Willow, esa fue nuestra señal, andando.

Su pequeña gata, la cual estaba plenamente acurrucada sobre una cobija en uno de los sillones, solo soltó un pequeño maullido sin pensar en obedecer orden alguna.

-Esta bien, tu ganas, mi dulce bola de pelo.- comentó Olivia antes de levantar a su gata en brazos y comenzar a acariciar suavemente su pequeño lomo mientras subía por las escaleras hacia su dormitorio.- Mañana será un gran día, Willow, ya lo verás...

Melancolía // Hermione Granger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora