𝑻𝑬𝑬𝑳𝑰𝑵𝑮𝑺 ⎜ BLEACH.

Capitulo 06

Estaba concentrada ordenando mi casa por todas partes, observando que en ninguna esquina haya polvo o alguna que otra telaraña. Suspire con cansancio ya que me había motivado desde muy temprano y no es por que hubiera querido.

Me levante en la madrugada al sentir que había alguien en mi casa, adormilada agarre un bate qué suelo dejar debajo de mi cama comúnmente y baje lentamente las escaleras, no tenía conciencia de lo que pasaba, pero la sala estaba bien. No había signo qué la hubieran saqueando o algo, sin embargo observe como la ventana estaba abierta pero alcancé a notar un sombrero negro con rayas. Me pareció sospechoso y me dio un escalofrío por todo el cuerpo. Cerré la ventana y volví a mi cama pero no pude reconciliar el sueño.

Alce la mirada para ver la hora, y ya era hora de irme. Deje todo en su lugar y me aliste para solo llegar y salir de la casa.

Apresure el paso para llegar al instituto Karakura. Frunci el ceño al ver como perdí el tiempo pero, fue para una buena causa.. Para mi causa, es ver todo limpio después de llegar de clases.

Y raramente me tope en los pasillos a Rukia quien también llegaba tarde, algo extraño que llegara tarde pero sus asuntos realmente no me importa tanto como para preguntarle así que decidí ignorar. Ichigo ya debió llegar, ¿no? Ese imbecil.

Nos miramos fijamente y sin hablar, simplemente movimos la cabeza como un saludo, no tenía muchas ganas de hablar. Al parecer ambas somos de muy pocas palabras. Llegamos al salón y Rukia dijo lo siguiente:

– ¡Buenos días a todos! – con una de oreja a oreja. Siendo sincera ya de a poco me estoy acostumbrando a esa voz.

Todos se voltearon a vernos devolviendo el saludo y uno en especial estaba en silencio que tenía una cara amargada, seguro que quieren adivinar quien es. Y bien.. Es mi querido amigo Ichigo.

– Es raro que llegues tarde. En especial que llegues a lado de Meimi, — cuestionó Mizuiro — quien no es una sorpresa que llegue a esta hora. — achine los ojos con lo último que dijo, no es cierto que siempre llego tarde. Simplemente me retraso en el camino y rode los ojos con disgusto.

– Por cierto, Kurosaki-kun, Himura-chan.. ¿Tienen un momento? – Nos miró a ambos con una dulzura fingida.

Alce mi ceja con curiosidad, ahora quizás si tiene que ver con que llego tarde, y mas quiere hablar con nosotros. Observe de reojo a Ichigo quien ya iba a soltar un escándalo con solo la forma en que frunció el ceño. Deje salir un leve suspiro

– ¿Qué pasa? Si quieres hablar dilo aquí mism.. – no termino de hablar el pelinaranjo ya que Rukia lo golpeó de manera rápida, aunque no pasó desapercibido por los demás ya que empezaron a murmuraban.

– E.. ¡¿Estas bien, kurosaki-kun?! – me hizo una seña qué lo siguiera y eso hice. Rukia lo arrastró hacia afuera del salón.

– Dios, Ichigo. – solté mientras negaba con la cabeza.

...

– ¡Tomen! – nos lanzó algo parecido a un dulce que reconocí, era algo raro que traía una cabeza de pato en ambos.

– ¿Que es? – pregunte con duda, compartiendo una mirada con Ichigo, tratando de adivinar que es lo que planeaba hacer la de baja estatura.

— "¡Gikongan!" Una pildora qué obliga a al espíritu a abandonar el cuerpo. – nos explica con su semblante qué usualmente ocupaba con nosotros.

– ¿Has faltado esta mañana para comprar esto? – cuestionó Ichigo mientras señalaba la cajita qué traía las píldoras.

– ¡Si! – afirmó — Después de lo que ocurrió el otro día, me fui rápidamente a buscar estas píldoras. Escuchen. ¡Cuando se tomen una, un alma entrará temporalmente en sus cuerpos mientras sus almas queda libre! ¡En caso de que aparezca un vacío y yo no esté cerca, usenlas para convertirse en shinigami!