Capítulo 22

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Allison

Estoy malditamente aterrada. No entiendo cómo Zack es capaz de decir que cree que su hija intenta fugarse y que su plan es dejar que lo haga. Es decir... ¿por qué? No creo que nadie en su sano juicio sea capaz de hacer algo como eso, se necesita demasiado estómago para ello.

Intento respirar hondo y decirme repetidas veces que estoy poniendo las cosas un poco peor de lo que son, es decir, vamos a mirarlo desde el punto de vista estratégico... cosa que haría si tuviera la mínima idea de cuál es el objetivo de Zack.

Dios, él tenía razón. No soportaría la presión y terminaría preguntándole qué carajos es lo que cree que está haciendo. Pero no, no me voy a permitir caer en eso ahora. Necesito pensar, porque si mi mejor amigo acaba de enloquecer entonces va a necesitar que alguien lo salve.

Vamos a ver, presentemos los hechos.

Callie aborrece a su padre y adora a su madre en la misma medida.

Callie hará absolutamente todo lo que esté en su mano para llegar con la persona que ama y para hacer quedar mal a quien odia, insluso si eso significa irse a favor de alguien que no le agrada demasiado.

Callie conoce el pueblo y sabe que hay...

Mierda, mierda, mierda, mierda. Le dije que había autobuses en la ciudad. Estoy completamente segura de que no le di horarios ni nada parecido, pero si Zack tiene razón y ella lleva a cabo este plan... bueno, creo que me corresponde algo de la culpa por eso.

Considero la idea de enviarle un mensaje o llamarlo para disculparme de antemano por lo que mi bocota y yo hayamos ayudado a cometer, pero decido que lo mejor es esperar a que él se ponga en contacto. No quiero pillarlo en mal momento, con el celular a la vista y que Callie se entere de que sé que cometí un error y que sus planes ya han sido descubiertos —en caso de que esos sean sus planes—. Solo me sentaré aquí y esperaré. No puedo arruinarlo si no hago nada.

Salvo que es condenadamente difícil no hacer nada cuando sabes que alguien puede estar planeando su fuga. ¿Y si se va de noche? No, no sería capaz de salir de casa sin que Zack se de cuenta, ¿verdad?

Maldita sea, me estoy volvieno loca.

Escucho el timbre de la puerta y de inmediato me pongo en alerta. No pueden ser ellos. Hoy nos tocaba una cena de brócoli, patatas asadas y filete, pero decidió comprar pizza para que yo no tuviera que cocinarles. Lo que me parece una completa estupidez, pero una parte de mí lo entiende.

Observo por la mirilla de la entrada y me sorprende encontrarme a Dan del otro lado.

—Hola —sonrío después de abrir—. ¿Qué haces aquí?

—Poniendo en marcha mi plan B —sonríe y de inmediato me pongo en alerta. Dan es uno de los chicos más legales del pueblo, pero eso no significa que de vez en cuando no se deje llevar por los demás o que se le ocurran algunos planes con los que se debe tener cuidado.

—¿De qué se trata? —pregunto.

—¿Recuerdas que desde que tengo memoria he querido ser el primer chico que conociera a la hija del sheriff?

—Lo recuerdo —esta vez intento contener la risa porque tengo una buena idea de hacia dónde va esto y me parece bastante divertido.

—Bueno, Lana acaba de llamarme para decirme que jugaron al ajedrez.

—Ouch.

—Exacto. Se lo dije al sheriff hace poco, pero al parecer se ha olvidado por completo. Se lo dije antes de que jugara con Lana.

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⏰ Última actualización: Jun 15 ⏰

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