Capítulo Tres

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Habían acabado las clases, y ya todos iban a sus casas. Ese grupo grande se separó en dos apenas salieron, despidiendose.

Los que iban juntos ahora eran Carre, Spreen, Roier, Missa, Tina, Rivers, Bagi y Cellbit.

Venían todos hablando hasta que Cell y Bag tomaron otro rumbo hacía la escuela que quedaba cerca, todos los miraron —Nosotros iremos a recoger a Richas a la escuela, bye chicos— Dijo Cellbit despidiéndose de los demás, y obvio, se despidió de Roier con un beso —¡Sí, nos vemos!— se despidió Bagi soltandose de la mano de Cristina sin antes besar su frente con cariño, la bajita sonrió —Byeeee— Dijeron Iván y Missael.

Ya en unos minutos iban llegando a la casa de Spreen y Missa, quienes se pararon y el alto se acercó a Rodrigo —Eu, Carre— Llamó el ojimorado agarrando al de verdes orbes, este lo miró —¿huh? ¿Qué pasa amigo?— Preguntó Carru con una sonrisa, el pelinegro  miró a otro lado —¿Vendrás ahora a mi casa?— Preguntó, el castaño se rió —Oh, sí, sí, nuestras casas no están lejos, así que me iré a cambiar y traeré las cosas—

—Bien— Respondió Spreen con una leve sonrisa, aun sosteniendo el brazo del de menor tamaño —que gays— dijo Roier jodiendo, los chicos lo miraron mal —¿Verdad?— le siguió Missa, su hermano frunció el ceño —Harían linda pareja— continuo Tina, riendo levemente, por lo menos ella sabía que sus palabras eran sinceras y no en broma como la de los chicos. —Claro, la mejor pareja— le dio la razón el chico de cabello largo.

—¡Forros! ¿¡Nos creen sordos!?— Gritó Carre tapándose la cara para ocultar el sonrojo que apareció en su cara, estaba avergonzado, Roier soltó una carcajada —Pero no te sonrojes hermanito— alargo la 'o' para hacerse el tierno con tal de joderlo
—Vos cállate, salame— le respondió el felino enojado, y rojito también, resaltaba más en su piel lechosa —Hey, no te exaltes Carre, Spreen también parece estas rojo hasta la médula— habló Missa apuntando con el dedo a su hermano quien puteo en un susurro

—N-no es cierto— vio a otro lado mientras se tapaba para que no se notará lo rojo de su cara "Está... ¿sonrojado? ¿Por qué?" Pensó el gato mirando a su amigo.
Era extraño que se sonrojara por algo así, siempre hacían chistes gays o se jodian entre ellos (o sea, su grupo) de esa forma y eso nunca lo hacía poner así.
Bueno, excepto cuando jodian a Iván con él o viceversa. O cuando era Rodrigo quien decía chistes así hacía su amigo.
Era bastante extraño, pero no sabía porqué.

Dejando toda esta joda de lado, cada uno fue a su casa. Una cosa minúscula, Samantha y Tomás viven más lejos, pero, Rivers fue con ellos ya que le toca el proyecto con Tina.

Spreen's POV

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Spreen's POV

Yo y mi hermano entramos a nuestra casa, nuestros viejos no estaban, supongo que salieron por algo del trabajo, era casi siempre eso o que fueron a recoger a Leo. Aunque hubiéramos ido Missa o yo a recogerla, pa insistió que él de regreso la recogía.

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