Capítulo Cuatro

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Spreen's POV

—Missa, crees que..¿Debería decirle?, debería decirle a la persona que más he amado en toda mi vida, a la que me alegra cada que lo veo, la persona que me hace reír y sonreír como nunca, a mi mejor amigo de la infancia, mi compañero, el que me acompaña en mis pelotudeces, el que esta conmigo en casi todo... una de mis personas favoritas, la misma persona que aparte y lo evitaba por miedo, a él... ¿Debería decirle que lo amo, y quiero estar con él el resto de mi vida, pero no es plan de amigos?—

El silencio abunda en la sala... Dios, dame una respuesta. Había sacado todos mis sentimientos al aire, todo lo que pensaba de Rodrigo y no había ni una sola palabra.

—Hermano...¡Obvio que sí!— guau... no me esperaba esa respuesta tan gritada estando a cinco centimetros... hasta pegue un salto, tampoco esperé que respondiera tan feliz —estúpido, no grites, casi me matas de un susto— él solo rió y puso su mano en mi hombro, moviendolo un poco —Perdón, y bueno, entonces ¿te vas a declarar?—

Mini silecio...otra vez, ya me estaba hartando de los silencios. —Tal vez...pero me da miedo el rechazo, además ¿no es muy pronto? Debo arreglar mi quilombo mental—

Él suspiró y nos miramos el uno al otro, empezamos a reír como tontos —Ay Dios, sabes, si lo voy a hacer, pero debo pensarlo, aunque... le pediré ayuda a alguien, siento que no puedo solo— lo vi fruncir el ceño y arqueé una ceja, empezó a quejarse de que él me podía ayudar, aún así no confiaba que solo los dos podíamos, además, tenía a una vieja amiga en mente.

Luego solo subimos a cambiarnos y guardar todo, dentro de poco Carru iba a venir y ni modo me viera que aún estaba con el uniforme.

Narrador omnisciente

Han pasado ya 15 minutos de todo eso, los hermanos estaban hablando tranquilamente sentados en el sillón hasta que... "toc toc toc", empezaron a tocar la puesta. El alto le dijo a su hermano que fuera, él solo asintio y fue a abrir —Ho-hola, Missa— una voz con frío lo saludo, estaba el de cabello largo miró al bajito abrazarse a sí mismo —¡Hola, Carre!— Saludó Missa sonriendole y dejándolo pasar para después cerrar la puerta, ya adentro el de menor estatura sintió más calidez.

—Oh, ¡hola, amigo!— le saludo cálido Carre al oso, regalandole una sonrisa, que Spreen le devolvió, aunque se le quedó viendo como estúpido porque le pareció re tierno que apenas lo saludo la colita de su amigo se empezó a mover a los lados

Algo que se había soñado unos días antes llegó a su mente, él mimando al ojeroso como si de un pequeño minino se tratase, tan equivocado de eso no estaba realmente, pero se avergonzó al recordar aquel escenario que su mente imaginó, así que por impulso se tapó la cara con ambas manos.

El ojiverde y el pelinegro se volvieron a ver confundidos por la actitud del oso, y se rieron, por las risas Spreen los volvió a ver con duda —¿De qué se rien?— Preguntó  medio tarado levantando la ceja en forma de duda, y los muchachos solo se cagaron de risa como si no hubiera un mañana —No es nada, Ivi— Respondió Carre limpiando las lagrimas que tenía por la risa

—Aah, Dios mio, que bueno— Dijo el de cabello largo recuperando la respiración por la risa —En fin, no sé que van a hacer, pero, yo creo que iré a comprar algo, no hay comida, nuestros papás no nos dejaron nada, hermano— Spreen asintió.

Luego de unos minutos Missa se fue, entonces los otros dos se quedaron solos, uno al lado del otro.

—Bien, Ivancito, ¿Dónde vamos para hacer todo eso?, lo de la materia y el trabajo- Cuestionó el castaño viendo a su amigo sentado con la mirada clavada en su teléfono, que de un pronto a otro lo vió serio y luego riendo —Amigo— el otro no respondia y solo sonria "¿de qué sonrie este tarado?" Se preguntó mentalmente  como si supiese —¡AMIGO!— el grito sobresaltó al más alto.

El Trabajo de Historia | Happybear [Remake] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora