Capítulo Siete

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Llegó el día, todos los amigos se encontraron, literalmente eran el grupo más grande de toda la disco, les cobraron un riñón.

Entraron casi llorando de ver el platal que se gastaron en solo la entrada, pero no hicieron reserva porque esto les saldría mucho más caro. —Ya me agobié— le susurró Spreen a su amiga que estaba al lado de él agarrando su brazo, no le gustaban los lugares con demasiada gente —Pues nos tocó soportar— se miraron serios, para luego ser empujados por el resto del grupo.

—¡Vamos por alláaaaa!— Guió Ari mientras agarraba a Juan del brazo y este le hacía señas a los demás que le hicieran caso a su novia —Vamos hijos de puta, que me va a arrancar el brazo— el grupo los siguió al lugar más grande que había en la disco, por lo menos no estaba ocupado. Aunque el miedo de que los sacaran por ser un montón de adolescentes haciendo escándalo en un solo rincón estaba.

Aquí es donde se ejecuta el plan, por lo menos habían varias parejitas, así se ponían más atención a ellos que a los demás que están más solos que un huérfano el día del padre.

Spreen desde que entró estaba intentando hablarle a Carre, solo que tenía cuatro problemas.

1. Shadoune y Conter no habían dejado de hablarle de cualquier cosa que se les viniera a la mente y después se desapareció de su vista.

2. La hija de puta de Mayi desde que entró se fue a bailar con los demás diciéndole antes de irse un "Suerte, Furris".

3. Robleis no dejaba pero ni un bendito segundo a Carre tranquilo, según él "lo estaba cuidando".

4. Llevaba rato desde que Rodrigo lo estaba ignorando y no sabía el porqué.

Pero acá entró un "buen" amigo del oso,
Juan, él mismo vio la forma rara en la que el castaño se comportaba con Iván y Robleis lo mandó a investigar, y por más que le renegó acepto acercándose a el trío que estaba en otro sillón.

—Les traje coca, o sea, coca cola, ¿quieren?— le dijo el de lentes a los tres amigos, Shadoune y Conter le recibieron, pero él vió como Spreen ni chistó, no se movió ni soltó ningina palabra, solo que miraba a... ¡oh! Vaya sorpresa, estaba viendo a Carre.

Desde yacía tiempo que se conocieron en el colegio que Juan había notado esas miraditas que le daba el oso al castaño, nunca quiso preguntar pero a veces los molestaba y notaba la forma en la que Spreen reaccionaba, dejando más en claro su duda. También ahora notaba la actitud de Rodrigo, así que sus conspiraciones conspiranoicas se hacían más realidad.

—Oe, oso de mierda ¿Qué tienes?— le preguntó Juan sentándose a su lado, el contrario solo frunció el ceño, pero seguía viendo al de verdes orbes —Mmh, sha— Dijo  esta última pronunciación en forma de burla al oso por su acento. Este lo miró mal.

—¿Qué querés, pelotudo?— le respondió por fin el ojimorado con la molestia pegando en su voz, Guarnizo rió —Me parece que estás raro, amigo, estás muy serio, y conste que tú y Mayichi propusieron la idea— Se miraron sin una sola respuesta, hasta que el de lentes miró a donde veía antes el pelinegro y le vio de vuelta con una risa burlona

—Aah, miras a tu novio, perdón por la interrupción amigo, no más te digo que dejes de verlo como un puto acosador celoso de mierda y vayas a hablarle como un ser humano normal—

El contrario no supo que responder, literalmente así es como se veía, y claramente ese no era su plan. Bajó la cabeza y solo recibió unas plamadas de Juan para luego irse, Spreen miró a Carre por última vez, y de ahí tomó fuerzas para ir con él.

El que no arriesga no gana.

—Carru— Llamó el más alto, el bajito no lo miró y solo respondió —¿qué pasa, Iván?— al parecer del alto, respondió medio cortante para su gusto, lo que lo hizo tragar saliva, sentía que por alguna razón el castaño estaba enojado con él, aparte que no lo llamó Spreen o Ivi, era raro, al menos para él

—nah, solo te vi muy sólito, amigo— decía mientras se sentaba a su lado, el contrario solo lo miró de reojo con una sonrosita, le gustaba la atención de su amigo —Buah, sí lo que somos Missa, Jeiden, Shadoune, Conter, Mayi, tú y yo estamos re solos amigo, obvio voy a andar solo si el puto de Tomi me dejó—

Ambos se rieron, el alto se puso más feliz al verlo reír, al parecer no estaba tan enojado, o no lo quería demostrar —O sea, sí, pero me refiero a que te vi sentado solo— Habló entre risas, el castaño rió más.

—Ya sé menso, es jodiendo— siguieron riendo. El oso con solo ver como reía el que tenía en frente no paraba de pensar en él como si fuera un ángel, ama todo de él, mucho más su risa tan contagiosa.

Se quedó embobado admirando al gato, hasta que alguien llegó a hablarles con un vaso de Coca cola —Buenas— dijo el de sueter amarilla llegando con cara de cansancio, había bailado hasta que le temblaban las piernas —Hola Rob ¿me trajiste la coca?— le dijo el ojiesmeralda sonriente, el mayor rió fuerte.

—¿cuál de las dos amigo?— Preguntó en joda el castaño, el bajito lo regañó porque si los escuchaban diciendo eso los podían sacar. Robleis le pegó en el brazo y luego le dió el vaso.

—Buah, pero no le pegues— le dijo Spreen al castaño con molestia camuflada en una simple broma, ambos castaños lo miraron —Mira, Ivi me defiende— le "presumió" Carre a su amigo, luego se acercó a el de pestañas largas agarrándose de su brazo, Iván estaba muriendo internamente, pero sabe disimular y solo largó una risa nerviosa.

—Ah mirá, seh, te defiende tu novio— respondió indiferente el mayor cruzandose de brazos con gracia en su cara y estos (con Carre aún agarrado de Spreen), se miraron rojos y luego se separaron rápido.

—re trolos ustedes— llegó Betra riéndose, mientras abrazaba a Rob por la cintura y posaba su cara en su hombro
—El burro hablando de orejas— le respondió Spreen frunciendo el ceño con molestia.

Todos rieron, pero el azabache volvió a su plan, miró al de verdes orbes y tocó su hombro, éste lo miró, soltando un sonido de duda que solo Iván alcanzó a escuchar. El rizado tenía su mirada puesta en él, pero este no podía largar ni una letra, volvió a ver a los pelimarrones, estos se miraron mutuamente como si pudieran leer su mente

—Eu, iremos a buscar algo, ya venimos— Avisó Betra agarrando a su pareja de la mano y dejando a los dos amigos solos —¿Spreen?— casi se le olvida lo que iba a ser, así que tomó fuerzas internas, inhalando y exhalando fuerte.

—¿Y si salimos juntos? Solo tú y yo, sabes... como cuando de pequeños e íbamos al parque, o nos reuníamos en la casa del otro, solo que, pues, podemos ir a comer a algún lugar, al cine, lo que sea, digo yo que sería lindo... si vos queres, yo pago todo igual— le propuso con la cabeza abajo, un poco rojo. El ojiverde por otro lado, alzó su cola y orejas al escuchar eso, sus ojos brillaron, también con un leve sonrojo.

—¡Sí!—El castaño movía su cola a los lados mientras miraba a su amigo, este sintió como un calor recorrió su cuerpo, acababa de invitar a salir a su mejor amigo ¿cómo es esto posible? —Bi- ¡bien! Solo pongamos de acuerdo para el día y la hora—

Habló después de unos segundos tratando de buscar las palabras que quedaron pegadas en su garganta, el contrario asintió con un "Está bien" mientras sonreía.

El oso se sentía feliz, pero aún más el gato... ¿por qué?, Ni él sabe, pero seguía con la duda ¿no que estaba hablando con la Mayichi? No entiende nada ¿Lo estaba invitando a una cita?

¡No! ¡Jamás! ¿Cómo su mejor amigo lo iba a invitar a una cita? Es una locura, eso no era posible, era solo una salida de amigos.

Pero por alguna razón su corazón palpitaba sin control. Se sentía, emocionado, feliz, demasiado, quería gritar de emoción, ¿por qué? ¿Qué hacía que Rodrigo se sintiera así? Acaso... oh ¿Estará enamorado de su mejor amigo?

El Trabajo de Historia | Happybear [Remake] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora