Mi Corazón, Mi Trinchera

VII

Al despertar estaba de costado, con uno de los pies de Yuan contra su espalda. Cuando se sentó, vio que Nie HuaiSang estaba dormido junto a Wen Ning y Lan WangJi permanecía dormido a un lado de Yuan, cerca de la puerta. Wei Ying se giró hacia el ropero, para buscar entre los cajones su ropa interior. Se sentía sudado y podía percibir el aroma del licor en el cuarto, por parte de los borrachos que solo cayeron dormidos la noche anterior.

Entonces volvió a mirar al suelo, a Lan WangJi, quieto y calmado, durmiendo junto al desastre de sábanas que era Yuan. ¿Qué hacía Lan WangJi durmiendo en su casa? ¿No era de los que se levantaban con el amanecer, casi a mandar a los gallos a cantar? Más o menos recuerda haber ayudado a Lan WangJi a entrar a la casa, por lo borrachos que estaban. No podía mandarlo de vuelta a la casa Lan en ese estado, menos después del toque de queda. Lleva años sin ver al viejo y estricto Lan QiRen y no tenía la esperanza de verlo al llevar al perfecto y digno menor de sus sobrinos en medio de la madrugada. Fue mejor que se quedara en su casa.

Wei Ying salió y se dio un rápido baño para no sentir demasiado el agua fría, y se sentó solo en la mesa de la cocina, esperando a que hirviera el agua de la tetera para su café. No se escuchaba ruido en las calles ni en la casa. Todos dormían. Era mucho silencio para su gusto, volviendo a sentir el sueño, cerrando sus ojos un momento. Hasta que llamaron a la puerta y se levantó a abrir.

"¿HanGuang-Jun está aquí?"

Era JingYi. Se veía adormilado y seguía con la pijama puesta.

"Está dormido en uno de los cuartos."

Eso pareció despertar a JingYi por completo.

"Pero... ya salió el sol. Son las ocho."

A Wei Ying también le sorprendía, pero así habían resultado las cosas. Se hizo a un lado y le hizo una seña para que pasara "Entra, ¿ya desayunaste?" El chico negó "¿Sabes cocinar?" Volvió a ver una negativa "bueno, igual intentaremos algo."

Al parecer, Lan WangJi se quedaría en la casa de JingYi a cuidarlo un par de días mientras sus padres estaban fuera por un viaje de trabajo; JingYi regresó a casa anoche, pero WangJi nunca fue, dándose cuenta de que no estaba por la mañana. Wei Ying se sintió aliviado de que no fueran a haber problemas en la casa principal de los Lan por su ausencia.

"Buenos días, Bába" lo saludó Yuan, sus ojos seguían cerrados mientras se apoyaba de las sillas para sentarse "¿Por qué está el profesor Lan dormido en el cuarto?" Le preguntó, recargandose sobre sus brazos encima de la mesa, casi a punto de volver a dormirse. Era igual de malo para despertarse que él. Cuando vio a JingYi sentado, desayunando cereal, se despertó por completo. Wei Ying le dejó un tazón para que se sirviera también.

"Déjalo descansar, es fin de semana. Se merece unas cuantas horas de sueño más. ¿Wen Ning y HuaiSang siguen durmiendo."

Yuan asintió, añadiendo: "La abuela ya despertó."

La puerta de la cocina se abrió y Wen Qing se abrió paso hacia la cafetera para llenarse una taza de café. Wei Ying intentó no tomar personal cuando la mala cara de Wen Qing se topo con la suya. Con todo lo que había bebido la noche anterior, la resaca debía ser terrible. Ella era de las que bebían como si estuviera en el desierto y cantaba hasta que se quejaran los vecinos. Lo único que él debía hacer era portarse bien y no moverse.

"¿Por qué estás cocinando tu?" Preguntó ella.

"Hay bocas hambrientas en esta casa. Alguien debe hacer algo al respecto."

"Alimentarlos sería lo correcto, no envenenarlos bajo el pretexto de hacer algo bueno."

Wei Ying dejó la sarten y se sentó a tomar su café. Suspiró: "Se hizo el intento."