Hiroki Hyuga: Las estrellas Hyuga y Uzumaki

El encuentro. (Capítulo no relacionado)

En una cálida habitación iluminada por la luz del sol, una joven de cabello rosado amamantaba a una pequeña bebé. La niña, con sus diminutas manos, se aferraba a la blusa de Sakura, quien la miraba con ternura. Finalmente, la pequeña se quedó dormida, y Sakura la puso con cuidado en su cuna.

De repente, el timbre de la casa sonó. Sakura se apresuró al recibidor y miró a través de la mirilla. Para su sorpresa, vio a Tenten junto a su pequeño hijo de tres años, Hiroki Hyuga. Con una sonrisa, les hizo pasar.

Mientras Sakura y Tenten tomaban té en la sala, el pequeño Hiroki, movido por la curiosidad, se acercó a la cuna de la bebé Hanami Uzumaki. Al ver su cabello rosado, característico de las mujeres Haruno, Hiroki no pudo evitar sentir una extraña fascinación. En su entusiasmo, accidentalmente pisó un juguete que emitió un chillido agudo, despertando a Hanami, quien comenzó a llorar desconsoladamente.

Tenten, visiblemente molesta, regañó a su hijo. —Mira lo que has hecho, Hiroki.

—Por favor, no lo regañes. Fue un accidente —intervino Sakura, tomando a Hanami en sus brazos. La bebé se calmó de inmediato.

Más tarde, Hanami, sentada en la alfombra con un chupete en la boca, intentaba torpemente ponerse de pie. Hiroki la observaba con gran interés. La pequeña perdió el equilibrio y cayó, pero antes de que pudiera intentarlo de nuevo, Hiroki se acercó y, con una inesperada gentileza, le ofreció sus manos para ayudarla.

Hanami, con cinco meses de edad, logró mantenerse en pie por primera vez, gracias a la ayuda de Hiroki. Pero, en un acto travieso, Hiroki la soltó y Hanami cayó al piso.

Desde la mesa, Tenten y Sakura observaban con atención, esperando que la bebé llorara. En su lugar, Hanami le sonrió a Hiroki.

—Menos mal —dijo Sakura, aliviada.

Era la primera vez que los dos pequeños se encontraban, y Hiroki había comenzado a interactuar, sin saberlo, con su futura prometida.