4. La escuela de la psyque.

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Hiroki, Hanami y los ejecutores sobrevivientes se atendían las heridas después de la feroz batalla. Por el momento, la ofensiva Choku había cesado, dándoles tiempo para reagrupase.

La persona que sostenía la parte dañada de la barrera era Ai Miyamizu, la mejor amiga de Hanami.

Mientras tanto, Soichiro se dirigía a las tropas con una voz solemne.

—Lo han hecho bien. Su valentía me ha sorprendido gratamente. Pero ahora, nosotros somos la única nación libre. Los Choku nos odian con todo su ser y están aquí para aniquilarnos por completo. Los habitantes de otras naciones no saben lo que les espera. Ellos pretenden "limpiar esta tierra" de lo que llaman "parásitos". Nosotros, descendientes de los Ōtsutsuki, no debemos permitirlo.

Soichiro hizo una pausa y luego exclamó:

—¡Por nuestra patria!

—¡Por nuestra patria! —repitieron todos al unísono.

Hiroki tenía una herida en el brazo que trataba de atender, pero su rostro seguía triste. Taika ya no estaba con él; su fiel compañero, la persona que lo había apoyado todo este tiempo, se había ido.

Hanami se acercó a Hiroki, se sentó junto a él y arrancó un pedazo de la manga de su prenda para vendarle la herida.

—Sé que es difícil. Puedo entender tu dolor —dijo Hanami con suavidad.

—Killer Bee estaba tan furioso y quería vengarse de nuestra aldea por mi culpa. El señor Soichiro y yo habíamos perdido a alguien especial. Durante una infiltración, destruimos parte de la aldea de la nube, y ellos buscaban venganza.

—¿Por qué me dices esto ahora? —preguntó Hiroki, desconcertado.

—Verás, el joven Yuichi era alguien especial para mí. Después de perder a mis padres, él fue quien me consoló. Me dolió perderlo, pero debes recordar que Taika dio su vida por esta tierra. Nosotros dos fuimos adoptados por este país; no tenemos otro lugar al cual llamar hogar. Por favor, te pido que el sacrificio de Taika no sea en vano. Vamos, nosotros podemos hacerlo.

Hiroki evitaba hacer contacto visual con Hanami, su rostro melancólico.

Ella se acercó a él y Hiroki cedió, hundiendo su rostro en los brazos de ella para que nadie notara sus lágrimas. Hanami lo abrazó y trató de consolarlo.

Los ninjas médicos atendían a los ejecutores; la plaza cerca del puente de madera y la torre del reloj se había convertido en el lugar donde curaban a los pacientes.

Unas horas más tarde, después de llorar y sacar toda su tristeza, Hiroki se dirigió al hospital de la psique.

El edificio era grande, de color blanco, con dos plantas.

Neji se encontraba en la segunda planta, en la habitación 206.

Mientras subían las escaleras, Hiroki veía el caos en el edificio. Personas iban y venían, enfermos trabajando y atendiendo a los pacientes. Lo más probable era que en cualquier momento el Sr. Soichiro ordenara a todos los médicos atender a los combatientes y dejar a su suerte a las personas enfermas mentales, debido a que estos son una carga y la prioridad debería ser la defensa de esta tierra.

Hiroki, acompañado de Hanami, llegó a la habitación 206. La puerta era de vidrio transparente, lo que permitía ver cómo Neji parecía estar hablando con su reflejo.

Hiroki se veía inseguro, la tristeza invadía su corazón.

—¿Entramos? —dijo Hanami, tomando de la mano a Hiroki.

Hiroki Hyuga: Las estrellas Hyuga y UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora