V

9 1 0
                                        

Un día más y a la vez una mañana más que San odiaba, por suerte Yunho no estaba allí para despertarlo con almohadazos. Se incorporó para sentarse  en la cama y mirar hacia el suelo. Se quedó mirando un punto fijo, cuando, en ese mismo instante oyó un golpe en la parte baja del castillo, no le dió mucha importancia y se dirigió al baño para empezar su rutina de todas las mañanas.

Primero se dió una buena ducha de agua caliente que le sirvió para despertarse del todo, después se lavó los dientes, la cara y salió del baño para, posteriormente cambiarse.
Se puso una camisa a rayas y unos pantalones holgados y se dirigió a la planta baja.

Una vez que llegó pudo ver a todo el mundo posicionado en una esquina de la sala principal, se acercó rápidamente para ver qué estaba pasando.

Se quedó atónito cuando al llegar vió la ventana rota en pedazos y un montón de sirvientes entrando y saliendo del salón con bolsas de basura recogiendo las piezas de cristales esparcidas por el suelo.

—¿Qué ha pasado aquí?— fue lo único que pudo decir, ya que todavía estaba flipando.

—Al parecer alguien ha tirado una caja de metal por la ventana y tiene una nota dentro, deberías verlo— respondió su hermano Yunho dirigiéndose hacia la caja que había sobre la mesa principal.

San se acercó a paso lento, al llegar abrió la caja y cogió la pequeña nota que había dentro, en la cuál ponía:

'No creas que este va a ser el único regalo que recibas... espero que estés listo para lo que te espera San'

San la volvió a leer una y otra vez, estaba asustado, eso no lo iba a negar ya que era la primera vez que alguien le mandaba algo como eso.

—Mira San, no se lo que has hecho para que alguien te mande algo como esto, pero literalmente queda menos de dos meses para que me case y no quiero que nada como esto vuelva a suceder. Así que, por favor resuélvelo lo antes posible— le dijo Yunho antes de alejarse.

Lo malo de esta situación, aparte de que San no sabe quién le ha mandado la caja con esta nota, tampoco sabe porque se lo han enviado.

Que él recordara no le ha hecho nada malo a nadie, excepto la pequeña pelea que tuvo con su ex amiga el otro día, aunque él no le pegó una hostia, si no ella a él .
Pero Minjee no sería capaz de hacer algo así... ¿no?

Volvió a dejar la nota dentro de la cajita y se dirigió a paso rápido hacia el jardín.

No sabía que estaba pasando, estos días estaban siendo muy divertidos y agradables, no entendía porque tenía que empezar a pasar esto.

Sea lo que sea iba a descubrir quien y por qué le había enviado esa caja con esa extraña nota dentro.

Paseó un rato más por el jardín cuando escucho un ruido que provenía de la entrada, fue rápidamente hacia allí y se paró en seco cuando vió al siervo que siempre le trae las cartas que Wooyoung le escribe frente a él.

El siervo se la entregó y se fué.
San subió las escaleras para dirigirse hacia su habitación, concretamente su cama y poder leerla.

'Quedamos esta tarde en el pueblo de siempre, hay algo que quiero contarte, nos vemos a las 16:00h.

Wooyoung'

Un sonido en su puerta lo interrumpió, le respondió con un sutil 'adelante', su madre apareció por la puerta y se sentó al lado suyo.

No se miraron ni dijeron nada por unos segundos. Después de un rato en silencio su madre le dió un abrazo y le entregó el mismo papelito que, anteriormente, había leído y se fué dejándolo nuevamente solo en la soledad de su habitación.

Who is the KING  'Woosan'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora