Durante los pocos días más que duró la gira, todo siguió su curso. Mantenían la compostura, cuidaban los detalles y no se notó (o eso intentaron) la tristeza que provocaba en ellos no dar una historia real cuando sus sentimientos sí lo eran.
Pero eran amigos, ¿no? Con eso era suficiente. No podían poner en riesgo eso, se decían y autoconvencían de ello cada vez que en cualquier circunstancia tenían que mirarse directamente a los ojos. Esos ojos que eran la entrada al más profundo rincón de su alma y el reflejo de todo lo que callaban porque se habían dicho muchas cosas, demasiadas, y aún así les quedaban tantas y tantas por decir que no sabían si serían capaces de que no acabaran saliendo en avalancha y sería peor. Por supuesto que sería peor. Actuar por impulso nunca les había salido bien y las consecuencias no tardarían en llegar, esperaban poder evitarlo.
Al regresar a Londres nada se sentía diferente, una entrevista por allí y otra por allá, se mantuvo el ritmo de no parar que llevaban desde hacía seis meses. Ambos necesitaban un respiro, eso estaba claro pero el hecho de pensar que al día siguiente todo acabaría hacía que el corazón se les estrujara de pena, de tristeza, nervios, de alegría por haber caminado juntos en este viaje. Demasiadas emociones juntas para poder procesar nada bien.
Y llegó.
Tenía la piel de gallina. Su vestido, su peinado, sus guantes, su maquillaje: todo le hacía sentir como si hubiera salido de un cuento en el que el final se acercaba. Una princesa que había encontrado su final feliz y allí estaba, celebrando aquello; pero no todo era así, sí se celebraba un final pero no era feliz, no en todos los aspectos que ella quería. Más allá de esa sensación, se sentía plena, habían logrado hacer algo muy bonito, habían trabajado duro mano a mano para dar la temporada que los espectadores se merecían y necesitaban; y ellos radiaban de orgullo. Nada más satisfactorio que un trabajo bien hecho y de verdad, Luke y ella se habían dejado la piel en cada escena. Esperaba que la química se transmitiera y que la esencia de los personajes los enamorara tanto como a ellos lo habían hecho.
En el trayecto, por fin puedo revisar los mensajes de su móvil y allí estaba, se lo había mandado haría media hora:
Luke: Estoy llegando a la premier, no tardes! 🥺
Así era él.
Sabía porque avisaba.
Le abrumaban estos acontecimientos, se ponía nervioso y su presencia le tranquilizaba. Dicho por él, no por ella.
Le gustaba eso.
No iba a mentir.
La premier había sido decorada con tanto mimo que tembló al verlo y más aún tembló cuando sus miradas se encontraron entre toda aquella gente. La esperaba bajo aquel arco gigante de flores y sonrió, por supuesto que lo hizo y esta vez sí le llegó a los ojos.
- Estás muy guapa, Nic - susurró en su oido cuando se abrazaron - espectacular - recalcó.
- Tu también, Luke - afirmó.
No cabía duda, estaba guapísimo y olía taaaan bien, podría haberse quedado en ese abrazo para siempre, pero no podía ser. No ahora.
Hubo muchos reencuentros.
Hubo muchos abrazos.
Hubo muchos besos.
Fue espectacular y siempre estuvo cerca. Siempre.
Con la caída de la noche, llegó la fiesta y qué fiesta.. Jamás en su vida podría olvidar aquel recuerdo, en como la hizo sentir, en como en cuestión de segundos la realidad te golpea la cara y te dice: ¡Despierta! ¡Estás soñando!
Llegó cuando ya había empezado, iba de aquí para allá rodeada de personas que le importaban, rodeada de amigos, de mejores amigos, de familia. Con la mirada le buscaba porque estaría aquí, ¿no? Era raro porque esta vez no había recibido ningún mensaje y lo último que le había dicho es que tenía fiebre y la alergia le estaba matando pero que se verían allí, intuía que si hubiera cambiado de idea le habría llegado un mensaje suyo.
Miró el teléfono para asegurarse, pero allí no había nada de él. Ni rastro.
Habrían pasado unos veinte minutos desde su llegada y fue a rellenar su copa cuando esta vez sintió una mirada sobre ella. Una mirada que la recorría de arriba-abajo sin ningún tipo de disimulo y cuando giró allí estaba él..
Junto a alguien.
Junto a la persona que él había elegido y no era ella.
Le dolió el corazón tanto que no supo reaccionar y solo pudo apartar la vista de aquello que le estaba haciendo daño. Un daño irreparable. Se giró sobre sus talones, recibió la copa que había pedido hacía dos minutos y volvió a realizar el camino que había hecho antes. No se paró, no los miró. Sabía que podría hacerlo pasado un tiempo pero no ahora cuando sus sentimientos estaban a flor de piel y solo quería llorar.
No iba a hacerlo.
Eran amigos, joder.
Eso era lo único que importaba ahora y él había tomado una decisión.
Y ella ahora también lo haría. Nada de esperanzas, nada de ilusiones y mucho menos nada de promesas que jamás se iba a cumplir.
Al instante su móvil vibró:
Luke: Lo siento.
No iba a mostrarle como se sentía de verdad. Era fuerte. Era una mujer muy muy fuerte, capaz de hacerle frente a todo y aquello no iba a poder con ella.
Nic: ¿Por qué? Somos amigos.
Y Luke no contestó.
Le buscó con la mirada para saber que había sucedido y la encontró en la suya. Estaba serio, muy serio y su gesto solo mostraba una cosa: decepción.
Nic estaba segura de que no era decepción hacia ella.
Estaba decepcionado con él mismo y eso era algo terrible.
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Apuesto todo al azul
FanfictionNicola y Luke. Luke y Nicola. Es todo tan confuso. El destino tan caprichoso. ¿Cuándo te das cuenta que estas enamorado? Y.. ¿Cómo aceptas haberlo hecho de tu mejor amigo? ¿Y de tu mejor amiga?