¿Encontrarme para encontrarla?
Qué mierda.
Qué mierda era ESA.
A ella la había encontrado en el momento en el que sintió su presencia en aquel lugar lleno de butacas antiguas. A ella la había encontrado en el mismo instante en el que había sentido el calor de su primer abrazo. A ella la había encontrado en el momento en el que sus miradas se había cruzado y sus dedos entrelazado. La había encontrado en aquel primer baile.
Siempre había sido ella. Su lugar.
Podría admitir que había tardado demasiado tiempo en aceptar sus sentimientos porque realmente estaba 100% convencido de que era amistad, pero.. ¿En encontrarla? A eso se negaba rotundamente.
Absoluta y total: NO.
Joder, daba miedo la similitud en la historia de sus personajes Colin y Penelope con lo que estaba sucediendo en sus vidas. Vaya paradoja. Vaya locura y vaya forma de poner todo vuelta y media, con lo fácil que hubiera sido tomar las riendas completas de la situación.. Ir de frente y evitar más dolor. Ya lo había dicho en publico: no le gustaban los triángulos amorosos, siempre había alguien que salía herido, pero siendo egoísta, no quería que ese alguien fuera Nic.
Igual sí que llevaba razón. Igual sí que necesitaba encontrarse y encontrar el modo de ubicar y gestionar bien toda la situación para, más tarde, encontrarla a ella.
¿Le esperaría? Siempre llegaba tarde.
- ¿Luke? - No sé cuanto tiempo llevaba en silencio embriagado de pensamientos intrusivos. Todo desapareció cuando sintió las manos de Nic sobre su pecho. - Vuelve aquí.
- Estoy aquí. No querría ir a otro sitio.
- Pero debes. Estamos cansados, disgustados, confundidos.. Nada que podamos decir ahora va a tener mucho sentido o al menos por mi parte. Sigo enfadada..
Dio un paso más hacia ella mientras mantenía su mirada, sus pechos casi se rozaban y pudo sentir la agitación.
- Pero no mucho.. - le susurró.
Sabía que estaba jugando con fuego pero quería quemarse. Quería quemarse mucho.
A la hoguera, sería Juana de Arco, se quemaría entero por ella. Sin ningún tipo de duda.
- Lo suficiente.. - respondió ella evitando el contacto visual y físico - Deberías irte.
- Lo haré pero tengo algo que decirte, más allá de que te echo mucho de menos y eso ya lo sabes.
- Te escucho.
Antes de empezar a hablar, suspiró. No iba a ser un cobarde.
Cogió sus manos entre las suyas y las enlazó como tantas veces durante estos meses había hecho.
- Voy a estar unas semanas fuera de Londres, tengo evento en Milán, Nueva York, París y no sé si se me escapa alguno.
- Entiendo, eso es genial, Luke.. - su tono admitía la tristeza que le provocaba esto y a la vez, la felicidad que le inundaba cuando salían proyectos nuevos.
- Viene conmigo a Milán - un escalofrío recorrió su columna en el momento en el que vi en sus ojos como se le rompía un pedazo de esperanza. No. - No, no - cogió su cara con la manos y suavizó sus facciones acariciándolas con los pulgares.
- Lo entiendo, es tu novia - ahora fue en su corazón donde se originó la grieta.
- No la he invitado, ha sido cosa suya pero te prometo que aprovecharé el momento para poner orden a todo esto. De verdad, Nic, te lo prometo
- Otra vez haciendo promesas, Luke. Otra vez. - Suspiró. - Jamás se me pasaría por la cabeza hacerte elegir y yo voy a estar aquí siempre para ti...
Se le encogió el alma.
- Como amiga. - Terminó de decir Nicola.
Se separó de él y giró hacia la puerta. No era consciente de que no se habían movido del recibidor del piso de Nicola pero no le importaba. Cuando alzó la vista, Nic estaba abriendo la puerta para él en un gesto que le decía sin ningún tipo de discreción: vete.
Ahora.
Sus pies tomaron la iniciativa solos y salieron al rellano mientras ella mantenía la puerta abierta. Se giró para verla, a observarla porque no sabía cuando sería la próxima vez que eso sucedería. Se rompía.
Que guapa estaba.
- Bueno.. Gracias por haber venido, Luke. Espero que vayan muy bien los viajes, te estaré siguiendo la pista, ya lo sabes - le guiñó el ojo en un intento de bromear y dejar a un lado el frío que los rodeaba, pero a él no le hacía ninguna gracia.
A la mierda los viajes, a la mierda el trabajo y a la mierda todo.
Los separaba una inútil puerta y sus nervios empezaban a florecer. No, no eran nervios, era impaciencia.
La miraba con una profundidad que no se atrevía a describir por no pensar y romper el momento.
Joder.
Y se había acercado, no sabía en qué momento, pero le notaba más cerca de lo que había estado hacía unos pocos segundos. Se le agitó la respiración y sus pezones se endurecieron por la expectación del momento. El olor de Luke era excitante, todo él en realidad, las palabras que le había dicho las llevaba clavadas pero no sabía porque confiaba en él y a pesar de no querer creer en sus promesas, lo hacía.
Maldita sea, por supuesto que lo hacía.
- A la mierda, Nic - escuchó decir y un segundo después la puerta se cerraba de un portazo, con su espalda apoyada en ella, su boca invadida y reconfortada por la de Luke, su aliento llenando cada parte de sus pulmones y sus lenguas encontrándose en el camino como si llevaran toda la vida buscándose para, finalmente, por fin encontrarse.
Vaya, igual él no había necesitado encontrarla e igual ella jamás le encontraría.
Igual se habían encontrado mutuamente hacía mucho tiempo.
Tal vez en la primera vez que sus ojos se encontraron y nunca más fueron capaces de dejarse ir. Tal vez fue en ese momento.
O tal vez en el momento en el que sus corazones, de forma inconsciente, ya lo habían apostado todo al azul.
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Apuesto todo al azul
FanfikceNicola y Luke. Luke y Nicola. Es todo tan confuso. El destino tan caprichoso. ¿Cuándo te das cuenta que estas enamorado? Y.. ¿Cómo aceptas haberlo hecho de tu mejor amigo? ¿Y de tu mejor amiga?