Afterlife.

Capítulo 5.

Noelia.
Mientras vagaba por aquel lugar, un escalofrío recorría mi columna como si de una carga de energía eléctrica se tratara. No me sentía nada segura en aquel sitio es más, presentía que alguien o más de una persona me estuviera observando.
Hacía ya varias horas que había perdido de vista a Marta y me preocupación iba aumentando a medida que iba pasando el tiempo y que yo permanecía en este lugar.
Debían de haber pasado 4 horas y yo aún seguía sin encontrar a nadie con vida y cuando digo con vida, digo humanos. Tenía hambre, sueño y sed y lo único que me mantenía era una columna en la que estaba apoyada. Marta no aparecía por ningún lado, estaba a punto de rendirme cuando de repente vi a Marta salir de una habitación y detrás de ella a alguien más, en un abrir y cerrar de ojos saqué mi pistola y apunté a aquella persona que estaba detrás de ella.

-¡Noelia! No no, tranquila, es Jon baja el arma.- Dijo Marta gritando antes de que yo apretara el gatillo.

Corrí hacia ella para abrazarle como si no la hubiera visto en cien años.

-Madre mía Noelia, por un momento creí que ibas a matarme.- Dijo Jon sin color en la cara.

-Marta qué suerte tenerte conmigo de nuevo, te he echado mucho de menos, si no llegas a salir de aquella habitación me habría muerto de hambre, sed, sueño...-

-Noelia, relájate, lo importante es que estamos juntos los tres y aún más importante, Jon y yo hemos encontrado un maletín con la solución a todo esto pero alguien nos lo ha robado así que, antes de salir de aquí debemos encontrar ese maletín.-

-De acuerdo, vamos a por él.-

Después de haberme reencontrado con Marta y Jon, nos dispusimos a buscar aquel maletín.

Marta.
Estaba como loca por haber encontrado a mi prima y ahora que estábamos todos tendríamos mayor probabilidad de encontrar ese maletín pero, algo me decía que este plan no iba a salir del todo bien.

Empezamos por buscar comida, ya que el techo lo teníamos pero no por mucho tiempo ya que no era seguro.

-Ojalá encontremos el dichoso maletín ya dios, como no me saquéis de este mugriento lugar acabaré buscando yo sola al que lo haya robado y le pegaré una patada y.-

-Noelia, ¿te podrías callar y dejar de quejarte? Estamos haciendo todo lo posible por salir y encontrarlo cuanto antes así que actúa como una adulta y colabora- Dijo Jon desesperado.

-Vaya Jon, nunca te había visto así... así, tan... así- Dije sin saber qué decir y mostrando una de mis sonrisas más dudosa.

Mientras manteníamos esa absurda conversación y andábamos sin rumbo por aquel edificio algo hizo que mi mente dejara de pensar por un momento y centrara mi mirada en un hombre que había al final del pasillo, no alcanzaba a ver su rostro pero lo que sí se veía claramente era que en su mano izquierda sostenía algo, algo cuadrado y con un asa ¡ya está, el maletín! Aquel hombre tenía la cabeza girada hacia la derecha, parecía perdido, y juraría que lo había visto antes, su altura que por cierto era bastante alto, debía medir unos dos metros, tenía unas manos muy grandes y vestía con ropa negra y un abrigo largo en forma de gabardina me di cuenta de que parecía que estaba chamuscado, como si se hubiera quemado en algún momento, de repente, giró su cabeza hacia mí y con su gigante mano derecha comenzó a saludarme. En ese momento era incapaz de reaccionar y solo sabía tartamudear y emitir sonidos sin sentido.

-¿Marta? ¿Qué pasa?- Noelia asustada por ver mi perplejidad me preguntó.

Señalé con el dedo hacia el frente y Noelia siguió con la mirada mi dedo.

Noelia.
Marta mantenía la mirada perdida y aterrorizada me señaló hacia el frente, yo seguí su dedo girando la cabeza suavemente, cuando miré no había nada.

-Marta, ¿qué has visto? Por favor, reacciona.- Dijo Jon asustado.

-E...era un hom...hombre alto y...y me estaba saludando, en...su mano te...tenía el maletín.- Tartamudeó Marta.

Tras 20 minutos intentando averiguar quién era ese hombre, guiándonos por las pistas que nos dio Marta. Decidimos ir a buscar a ese hombre, ya no era un simple maletín, ahora es algo más que eso.