Lo lamento con el alma...

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- ¿Estás segura de que te puedes quedar sola un rato mientras vuelvo de la farmacia? – pregunto de manera tranquila pero a la vez renunciando a la opción de dejarla sola.

- Claro que si mi vida, anda, yo estaré bien- dijiste confiadamente en que estarías bien. Así fue, me fui a comprar los medicamentos en el auto, y la verdad es que yo confiaba en ti, pero estaba preocupado. Cuando te diriges a la cocina en busca de un vaso con agua, te empieza el dolor en el pecho insoportable, en lo que sueltas el vaso, te faltaba el aire cada vez más; agarras el teléfono que estaba cerca y me llamas:

-Hola preciosa, ¿Qué sucede? - dije de manera inocente sin saber la razón de la llamada.

- Cariño, te amo, ¿lo sabes? ¿Sabes que más me gustaba de ti? Todo, eres perfecto y si yo ya no estoy aquí, qui...quier...quiero que sepas que siempre serás mi primer y último amor...-

-Mi amor, ¿qué está sucediendo? ¿estás bien?- mi mente comenzaba a dar vueltas y vueltas, imaginaba cada escenario de lo que podía estar pasando, era un fondo de pensamientos intrusivos y negativos, luego de unos segundos había comenzado a temblar, era como si mi vida se fuera a caer, pero a pedazos, intentando hacerme sentir el sufrimiento.

-Mi vida, me duele el pecho, no estoy bien, te digo esto por si no puedo controlarlo, te amo mi principito – dijiste con tus últimas fuerzas.

(FLASHBACK) Visión/perspectiva de Esteban

- ¡Eres mi principito, como el libro!- dijiste tan alegremente, esa tierna voz que asimilaba a unos pajaritos nuevos cantar, ese dulce sonido de la naturaleza, eres tan especial.

-Jajaja, bueno, entonces para ti, soy el principito, solo para ti, estrellita- respondí a tu comentario, la inocencia de un niño, la felicidad y las ganas de vivir jugando.

(FIN DEL FLASHBACK)

Corrí hacia el auto, lo encendí y fui lo más rápido que pude, ese dolor estomacal no lo soportaba y el imaginarme como te podría encontrar en casa. Llegando a casa, abrí la puerta y lo primero que vi, fue a ti, tirada en el suelo, con un vaso quebrado y la superficie mojada con el agua derramada; tiré lejos la bolsa con los medicamentos y fui a socorrerte. Te tomé el pulso mientras lloraba y llame a la ambulancia, en este transcurso, me di cuenta que tu corazoncito ya no latía... tus ojos estaban mojados con lágrimas que cayeron y mi único instinto fue abrazarte fuerte y llorar, me dolía verte así, una bala habría dolido menos que perderte; y no poder ver tu carita viva y alegre, ¿Por qué a nosotros?¿Por qué la muerte nos ha elegido de una manera tan drástica?, tal vez yo no haya muerto, pero he perdido a mi amor, a mi vida, a mi todo.

Te di el último beso, tan largo e infinito y te dije: - se que ya no estás aquí, mi vida, pero vos sos mi razón por la que yo vivo, eras mi futuro, quería formar una familia con vos. ¿Qué hago? ¿cómo superare esto? Dime que esto es una tonta broma en venganza a la broma que te hice yo, el día de tu partido, decime eso por favor cielito, no puedo dejar esto así, muchas cosas que teníamos pendiente, muchos sueños- te decía mientras me ardían los ojos, pero, aun así, éstas lágrimas no paraban, era imposible. Cuando llegó la ambulancia ya no estabas conmigo, ya no, y para mí, tu partida se volvió una batalla.

Solo Dios sabe como me siento...

Solo Dios sabe como me siento

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Siento los latidos de tu corazón 🦋🫀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora