Dulce y linda obsesión verde -HIATUS-

Capítulo 34: Travesuras de Medianoche

¡Aaaaa y estoy de vuelta! ¿Cómo va, queridos lectores? Lo sé, lo sé, ¿qué te llevó tanto tiempo chico? Bueno, esta vez se debió casi por completo a que leía en exceso la novela ligera de Goblin Slayer y también me promocionaba el contenido de Doom Eternal (es un poco difícil escribir ternura cuando tienes peso chorro de metal a través de sus altavoces). De todos modos, mis excusas cojas se dan y, como siempre, esperemos que esto valga la pena esperar.

Maldades de Medianoche

"... y eso es lo que pasó"

Izuku lanzó una respiración profunda una vez que terminó de contar la historia de cómo tres chicas más se agregaron repentinamente a este harén en constante crecimiento. Dicho grupo de mujeres se paró frente a él, algunas con los brazos cruzados y golpeando sus pies en el suelo, otras más relajadas y simplemente escuchando. Cerca de su lado, unos pasos atrás, se encontraban las últimas tres incorporaciones al equipo, Yui, Reiko y Kinoko. La fría princesa de pelo cuervo se enfrentó a su apodo, manteniendo su expresión neutral mientras Izuku exponía por completo los actos que debían mantenerse confinados dentro de cuatro paredes y entre una pareja. La niña fantasma trató de mantener la cabeza en alto a pesar de la sensación de calor en su cara. Podría haberse sonrojado como la costosa alfombra roja de la habitación de Momo. En cuanto a la morena más corta, Kinoko mantuvo su rostro escondido detrás de su flequillo,retrocediendo más en sí misma cada vez que el amor de su vida la mencionaba y cualquier cosa relacionada con sus sentimientos por él o, bueno, el sexo.

Se pararon de alguna manera detrás de él bajo sus instrucciones. De esa manera sería un poco más difícil llegar a ellos, en caso de que las cosas se salgan de control. Eso es lo que dijo, pero hasta ahora esto fue bastante bien. Quiero decir, cuando el adolescente verde les envió un mensaje de texto diciéndoles que lo conocieran frente a los dormitorios 1-A, las chicas se prepararon para muchos problemas. El tipo era un montón de preocupación cuando los metió sigilosamente dentro del edificio, y antes de entrar en la habitación les dijo que no hicieran movimientos repentinos. En serio, era como entrar en una guarida de leones. Leonas. Leonas con enormes niveles de libido, aparentemente.

Le miraron fijamente la espalda, viendo a Izuku cambiar incómodo y rascándose nerviosamente el cuello. Luego, la morena con mejillas rosadas habló, su rostro abrió una sonrisa brillante.

"Oh, ¿eso es todo? Muy bien"

"Espera, ¿qué?" Él le pidió que regresara, sorprendida e incrédula.

"Olvidaste decir algo?"

"No. Bueno, hay algunos detalles pero estos quiero decir, ¿no estás, umm, loco o algo...?"

La morena inclinó la cabeza de una manera lúdica, levantando una ceja.

"Yo? ¿Loco? ¿Por qué? Es bastante obvio para mí. Deku-kun ama a estas chicas. Nadie lo duda, ¿verdad?" Ella dijo, dándose la vuelta a las chicas, que asintieron de acuerdo.

Huh, una sorpresa inesperada, pero bienvenida. Izuku no pensó que aceptarían eso tan fácilmente, especialmente Ochako y Momo. Sí, Tsu, Kyoka, Mina y Tooru también eran bastante posesivos, pero estos dos, en particular, estaban en otro nivel. Tal vez se volvieron más completos y él no se dio cuenta. Su harén se unió bastante bien, después de todo.

"Eeeh... y aquí me estaba preocupando. No podía pensar en una mejor manera de explicar esto", dijo, alivio claro en su voz.

"No hay nada que explicar aquí, Deku-kun los ama y aman a Deku-kun", dijo Ochako, acercándose al niño, con los brazos cruzados, una amplia sonrisa pegada en su rostro y sus ojos cerrados. Ella se inclinó hacia adelante y dijo cerca de su oreja.