AFTER BEASTMEN (II)

18-Beast connection

18-Beast connection

**Hyorinmaru**

Lo oigo, está desorbitado. Mi corazón. Ese músculo que no deja de palpitar acelerado mientras mis piernas reptilianas corren hasta la garita de conserjería, donde me encierro, jadeando, sintiendo que el sudor me escurre por los costados de mi rostro, al igual que la sangre brota desde mi cuello hasta mi pecho, manchando mi camisa. Dioses...puedo sentir mi carne desgarrada palpitar al unísono con mi corazón, él me ha....

-Hyo......- abro los ojos al escuchar la voz de Mugetsu al otro lado de la puerta. Me ha seguido...a una velocidad impactante... -Hyo, déjame entrar...estoy...más calmado, te lo prometo...déjame pasar...-

-Vete Mugetsu o no me controlaré. - me tapo la herida de mi cuello con una de mis garras y maldigo entre dientes. Maldición...si no llego a empujarle me habría arrancado llegando hasta el hueso, me confié demasiado, él...no puede contener su parte híbrida...

-¡¡Hyo!!!!- Mugetsu aporrea la puerta y escucho un aullido lastimero al otro lado seguido del sonido de sus garras en la pared. –Por favor...no me rechaces...-

Abro los ojos cuando me viene a la mente un deja vu de mi propia infancia, siendo abucheado y humillado por mis compañeros de clase, que me tiran piedras y se ríen de mi aspecto de dragón. Yo sólo quería...ser aceptado....

-Grrr, joder...- abro la puerta quedándome helado cuando Mugetsu aparece ante mí impulsándose hacia mi rostro, para atrapar mi boca con la suya, haciéndome gemir por la nariz cuando degusto el sabor de su lengua entrando, saboreándome, lamiendo mi...saliva...mi veneno....

-¡¡NO!!!- le empujo para que se aparte y jadeo al ver cómo se relame los labios sin que éstos se hayan quemado por mi veneno. Apenas puedo tragar saliva sin salir de mi asombro mientras Mugetsu me mira con ese fuego rojo que me abrasa. Ya no está transformado, ha vuelto a su aspecto humano, pero huelo sus feromonas activadas por su celo...un celo peligroso, intenso...y dominante....

-Es...imposible...- ni siquiera soy consciente de que un par de lágrimas están escurriendo por mi rostro viendo como Mugetsu sonríe levemente dentro de su lascivia. –Mi...veneno...no te afecta...-

-Tu saliva, mi saliva...ya pueden mezclarse, Hyo. - Mugetsu pasa un par de dedos por mis labios húmedos y se los lleva a la boca para metérselos haciéndome endurecerme al instante. –No lo entiendes aún ¿verdad? - veo como se sonroja y carraspea antes de girar su cabeza hacia el espejo para que me mire. Me acerco al cristal y limpio un poco los restos de sangre de mi cuello para ver la marca que sus dientes han dejado en mi piel.

-Sólo te he marcado con mis colmillos lobunos, no con toda mi dentadura mantis. Es una unión, Hyo...te pertenezco...y tú a mí-

-Es un marcaje lobo... ¿por qué? ... ¿por qué yo? ...- Mugetsu inspira con fuerza al tiempo que sus ojos se anegan de lágrimas, dándole un brillo tan bonito que siento como mi dragón interno se despierta rugiendo.

-Mi lobo te ha elegido...y mi mantis lo ha aceptado...eres mi alma gemela, Hyo...-

Rujo sin contenerme antes de agarrar a Mugetsu por su nuca sorprendiéndole cuando me apodero de su boca de una forma dominante y descontrolada, empujando su cuerpo contra una de las paredes de la conserjería, acariciando su desnudez, escuchando como gime cuando le dejo tomar aire para luego volver a devorar esa boca que puedo explorar, marcar con mis dientes, con mi lengua ¡¡con mi saliva!! ¡solo a él!!

-Ah! Hyo...- me detengo al ver que voy demasiado rápido y Mugetsu posa sus manos en mi pecho, llevándome hasta mi cama donde me dejo tumbar para que él se ponga encima.

-Déjate enseñar...aprenderás a dominar, pero hoy, te guiaré...- trago grueso cuando Mugetsu desabrocha mis pantalones para que mi erección salte dura y algo goteante, lo cual hace ronronear a Mugetsu y a mí erizarme mis escamas. Escucho su corta risa cuando ve que mi cola de dragón le está acariciando su rabo de lobo y estos quedan entrelazados haciéndome suspirar de placer.