𝐋𝐔𝐙 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐎 𝐃𝐄 𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎 • Ona Batlle

𝐄𝐋 𝐁𝐑𝐈𝐋𝐋𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐎

𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟔

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Elena

La noche estaba impregnada de magia, las estrellas brillaban en lo alto y una suave brisa acariciaba nuestros rostros mientras nos encontrábamos bajo el cielo estrellado. Sentía el corazón latiendo con fuerza en mi pecho mientras miraba a Ona, sintiendo la certeza de que este era el momento adecuado, el momento en que sellaríamos nuestro amor para siempre.

-Ona -comencé con voz temblorosa pero llena de determinación. -desde el momento en que entraste en mi vida, todo ha sido más brillante, más hermoso. Me has enseñado el significado del amor incondicional y la fuerza que reside en compartir nuestras vidas juntas. No puedo imaginar un futuro sin ti a mi lado.

Los ojos de Ona brillaban con emoción mientras me escuchaba, sus labios curvados en una suave sonrisa.

-Ona, tú eres mi luz, mi inspiración. Cada día contigo es un regalo, y no hay nada que desee más que pasar el resto de mi vida a tu lado, construyendo un futuro lleno de amor y felicidad.

Entonces, dejé caer la rodilla ante ella, sacando de mi bolsillo una pequeña caja que contenía un anillo de compromiso.

-Ona Batlle, ¿te gustaría ser mi compañera para siempre? ¿Aceptarías compartir tu vida conmigo en los buenos y malos momentos, en la salud y en la enfermedad?

Las lágrimas de alegría comenzaron a empañar sus ojos mientras asentía conmovida.

-Sí, Elena. Sí, acepto ser tu compañera para siempre -respondió con voz suave pero llena de emoción.

Con manos temblorosas, deslicé el anillo en su dedo, sellando nuestro compromiso con un gesto tan simple pero tan significativo. Nos abrazamos con fuerza, sintiendo la calidez reconfortante de nuestro amor mutuo envolviéndonos.

Y mientras nos quedamos allí, bajo el resplandor de las estrellas, supe que este era el comienzo de un nuevo capítulo en nuestra historia de amor. Un capítulo lleno de promesas y compromisos, un capítulo que escribiríamos juntas, página por página, con cada momento compartido y cada desafío superado.

Porque ahora éramos más que solo amantes, éramos compañeras de por vida, unidas en un vínculo sagrado que nada podría romper. Y con esa certeza en mi corazón, me acurruqué más cerca de Ona, sabiendo que nuestro amor era eterno.

Ona

La noche era mágica, envuelta en el brillo de las estrellas y la calidez de nuestra complicidad. Sentía la emoción palpable en el aire mientras Elena me miraba con determinación, sus palabras llenas de amor y promesas de un futuro juntas.

-Ona -dijo con voz temblorosa pero llena de convicción -desde que entraste en mi vida, todo ha sido más brillante, más hermoso. Me has enseñado el significado del amor incondicional y la fuerza que reside en compartir nuestras vidas. No puedo imaginar un futuro sin ti a mi lado.

Sus palabras hicieron que mi corazón se llenara de emoción, mis ojos brillaban con lágrimas de alegría mientras escuchaba sus palabras llenas de amor y compromiso.

-Ona, tú eres mi luz, mi inspiración. Cada día contigo es un regalo, y no hay nada que desee más que pasar el resto de mi vida a tu lado, construyendo un futuro lleno de amor y felicidad.

Entonces, con un gesto que hizo que mi corazón se acelerara, Elena se arrodilló ante mí, sacando una pequeña caja que contenía un anillo de compromiso. Mi aliento se detuvo mientras observaba el brillo del anillo, las palabras de Elena llenándome de emoción y gratitud.

-Ona Batlle, ¿te gustaría ser mi compañera para siempre? ¿Aceptarías compartir tu vida conmigo, en los buenos y malos momentos, en la salud y en la enfermedad? -preguntó Elena con una voz llena de esperanza y amor.

Las lágrimas de alegría se acumularon en mis ojos mientras asentía conmovida.

-Sí, Elena. Sí, acepto ser tu compañera para siempre -respondí con voz temblorosa pero llena de emoción.

Con manos que apenas podían contener la emoción, Elena deslizó el anillo en mi dedo, sellando nuestro compromiso con un gesto que significaba más de lo que las palabras podían expresar. Nos abrazamos con fuerza, nuestras lágrimas mezclándose en un símbolo de nuestro amor mutuo y eterno.

Mientras nos quedamos allí. abrazadas bajo el cielo estrellado. supe que este era el comienzo de un nuevo capítulo en nuestra historia. Un capítulo lleno de amor, promesas y una vida compartida. Y con Elena a mi lado, sabía que cualquier desafío que enfrentáramos, lo haríamos juntas.

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▪ Que se nos casan las muchachas.

▪ Feliz por la boda, triste porque solo quedan 4 capítulos más.

▪ Espero que os esté gustando.

▪ Hasta el próximo capítulo

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