Capitulo 5: Ecos Familiares

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Alejandro despertó temprano  el domingo por la manana, un dia que reservaba para estar con su familia

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Alejandro despertó temprano  el domingo por la manana, un dia que reservaba para estar con su familia. La luz del sol se filtraba por las persianas, proyectando rayos dorados sobre las paredes de su dormitorio. Alejandro se desperezó y se levantó de la cama, estirándose para aliviar la tensión de la semana laboral. Después de una ducha rápida, se vistió con ropa casual y cómoda: unos jeans oscuros y una camiseta blanca. 

El hogar de sus padres estaba situado en un barrio tranquilo, un refugio de paz alejado del bullicio del centro de la ciudad. Él les había comprado la casa para sus padres cuando su carrera como arquitecto despegó, queriendo ofrecerles una vida mas comoda. Salió de su departamento y se dirigió hacia allí, disfrutando del suave trayecto en su auto  mientras recordaba con cariño los momentos que había pasado en esa casa. 


Al llegar, fue recibido por el olor familiar del desayuno recién hecho. Abrió la puerta principal con su llave y entró en el vestíbulo, escuchando las risas y el murmullo de voces provenientes de la cocina. Alejandro se dirigió allí, encontrando a su madre Elena, de pie junto a la estufa cocinando huevos revueltos y tocino, y a su padre, Martin sentado en la mesa, leyendo el periódico. 

—¡Buenos días! —saludó Alejandro, con una sonrisa cálida.

—¡Alejandro! —exclamó su madre, girándose para darle un abrazo—. Justo a tiempo para el desayuno.

Martin levanto la vista del periódico y sonrio, poniéndose de pie para estrechar la mano de su hijo. 

Se sentó a la mesa y comenzó a relatar los eventos de la semana, incluyendo el evento comunitario que había ayudado a organizar. Martín, un hombre de 55 años con cabello canoso y una postura erguida, escuchaba con interés. Era un hombre de carácter firme pero justo, retirado de su carrera de abogado de negocios. Siempre había apoyado a su hijo en su carrera y estaba orgulloso de los logros de este.  

—Eso suena increíble, Alejandro. Estoy muy orgulloso de ti —dijo Martin,  con un brillo de orgullo en los ojos. 

—Gracias, papá. Sabes cuánto significa para mí tu apoyo —respondió Alejandro. 

Elena, de 50 era una mujer menuda pero enérgica, con un cabello castano oscuro que comenzaba a mostrar algunas canas. Era el corazón de la familia, siempre pendiente de todos y asegurándose de que la casa fuera un lugar acogedor y amoroso. Mientras servía el desayuno, habló sobre los últimos chismes del barrio y las noticias familiares. 

—Alejandro, tu tía María está organizando una reunión familiar el próximo mes. Espero que puedas venir —dijo Elena, colocando un plato frente a su hijo.

—Por supuesto, mamá. No me la perdería por nada del mundo —respondió Alejandro, sonriendo.

Durante el desayuno, la conversación fluyó con facilidad, tocando temas familiares, recuerdos del pasado y planes futuros. Alejandro sentía un profundo amor y gratitud por sus padres. Habian sido su apoyo constante, guiandolo con sabiduría y cariño a lo largo de los años. Sin embargo, a pesar de la cercanía, había un tema que Alejandro siempre había evitado abordar con ellos: su vida amorosa. 

Después del desayuno, Alejandro y su padre salieron al jardín trasero para trabajar en algunos proyectos de jardinería. Mientras cavaban y plantaban, Alejandro decidido que era hora de abrirse sobre algo que había estado pesando en su corazón. 

—Papá, hay algo de lo que quiero hablar contigo —dijo Alejandro, deteniéndose y limpiándose el sudor de la frente.

Martin dejó de trabajar y miro a su hijo, su expresión se suavizo con protección y curiosidad. 

—Claro, hijo. ¿Qué pasa? 

Tomo una profunda respiración, buscando las palabras correctas. —He estado pensando mucho sobre mi vida amorosa y quiero ser honesto contigo. Mis relaciones pasadas no han sido duraderas, y creo que es porque no he sido completamente sincero con ustedes sobre quién soy.

Martín se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de su hijo. Finalmente, asintió lentamente. —Alejandro, siempre hemos querido lo mejor para ti. Si hay algo que necesitas compartir con nosotros, estamos aquí para escucharte y apoyarte.

Alejandro sintió un nudo en la garganta, pero también una sensación de alivio al escuchar las palabras de su padre. —Papá, soy gay. He tenido algunas relaciones con hombres, pero no han funcionado porque siempre he sentido que tenía que esconder una parte de mí mismo, incluso de ustedes.

Martín lo miró con una mezcla de sorpresa y compasión. —Hijo, lo más importante para tu madre y para mí es tu felicidad. Te amamos incondicionalmente y queremos que seas auténtico y feliz. Gracias por confiar en nosotros.

Sintió una ola de emoción y abrazó a su padre, sintiendo una liberación que no había experimentado antes. Sabia que aun tenia que hablar con su madre, pero el primer paso ya estaba dado. 

Esa misma tarde mientras todos estaban en la sala decidió confesar toda la verdad a su madre, ella con un fuerte abrazo le decía que no le importaba su orientación sexual que lo único importante era su felicidad. Tenerlos a ellos como padres era lo mejor que Alejandro pudiera tener en su vida, finalmente se retira de la casa al anochecer porque su vida laboral ya estaba a tan solo horas al irse de la casa, una lágrima descendió del ojo de su madre mientras Alejandro se retiraba en su coche. 

Al llegar a casa, se sentó en su sillón favorito y encendió su equipo de música. Selecciono una lista de reproducción relajante y se dejó llevar por las melodías suaves. Mientras la música llenaba la habitación, cerró los ojos y se permitió soñar con un futuro en el que encontraría a alguien con quien compartir no solo su cama, sino también su vida, sus sueños y sus miedos. 


En otra parte de la ciudad, Diego también estaba reflexionando sobre su vida. Había pasado la noche trabajando en su novela y ahora se encontraba en su balcón, mirando las luces de la ciudad. Pensó en el evento comunitario, en las palabras de apoyo de Andrés y sobre la importancia de luchar por la igualdad. Diego sabia que el camino hacia el amor y la aceptación no era fácil, pero estaba decidido a seguir adelante, con la esperanza de que algun dia encontraria a alguien con quien compartir su vida. 


Secretos y Amor en el corazón de una Metropolis #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora