Diego se despertó temprano aquella mañana, decidió aprovechar el dia al maximo. Después de su rutina matutina, se sentó en su escritorio y abrió su laptop, preparado para continuar con su novela. Sin embargo, en lugar des escribir, sus pensamientos comenzaron a vagar hacia su pasado, hacia un tiempo que había intentado olvidar pero seguía influyendo en cada decisión que tomaba.Diego había crecido en un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad, un lugar donde todos se conocían y las miradas curiosas eran imposibles de evitar. Después muy joven, Diego supo que era diferente. A los once años, comenzó a darse cuenta de su atracción hacia otros chicos, una revelación que lo llenó de confusión y miedo en un entorno donde ser diferente no era bien visto.
Diego era el menor de tres hermanos en una familia tradicional. Su padre, José Reyes, era un hombre severo que trabajaba como mecánico, mientras que su madre, Alicia, era ama de casa. Sus hermanos mayores, Kevin y Fernando, eran deportistas destacados, y la expectativa en la familia era que Diego siguiera sus pasos. Sin embargo, siempre fue más inclinado hacia los libros y la escritura, lo que ya lo hacía sentirse como un extraño en su propia casa.
En la escuela, Diego encontró refugio en su mejor amigo, Marco, un chico alegre y extrovertido que compartía su amor por la literatura. Juntos pasaban horas leyendo y escribiendo historias, creando mundos donde podían ser ellos mismos sin miedo al juicio. Sin embargo, cuando Diego cumplio catorce anos, su vida cambio drasticamente.
Una tarde,después de la escuela, Diego y Marco estaban en la habitación de Diego, hablando y riendo como siempre. En un momento de confianza y cercanía, Diego confesó a Marco que creía que le gustaban los chicos. Para su sorpresa y alivio, Marco reaccionó con compresión y apoyo, asegurando que no había nada malo en ser quien era. Se prometieron guardar el secreto, pero en un pequeño pueblo, los secretos rara vez permanecen ocultos.
Meses después, durante una fiesta en casa de un compañero de clase, alguien encontro el diario de Diego, donde había escrito sobre sus sentimientos por Marco y sus miedos de ser descubierto. El diario pasó de mano en mano, y pronto toda la escuela sabía la verdad. Diego se convirtió en el blanco de burlas y acoso. Su amistad con Marco se vio gravemente afectada, ya que Marco, temiendo por su propia reputación, comenzó a distanciarse.
Pero lo peor estaba por venir. La noticia llego a oídos de sus padres, y una noche, Diego se encontró frente a su padre, quien sostenía el diario con una expresión de furia y desilusion.
—¿Es esto verdad, Diego? —preguntó José, su voz temblando de rabia.
Diego aterrado y sintiendose completamente vulnerable, asintió con la cabeza, incapaz de encontrar las palabras para defenderse.
—No puedo creerlo. ¿Así nos pagas todo lo que hemos hecho por ti? ¡Eres una vergüenza para esta familia! —gritó José, arrojando el diario al suelo.
Su madre, Carmen, trato de intervenir, pero sus intentos fueron inútiles. La relacion con sus padres se volvió tensa y distante. Aunque nunca lo echaron de casa, Diego sentia que ya no pertenecía allí. La sensación de rechazo y soledad lo acompañó durante anos.
A los dieciocho años, tan pronto como pudo, Diego se mudó a la ciudad para asistir a la universidad. La distancia fisica le ofrecio un respiro, pero las cicatrices emocionales seguían presentes. En la ciudad, Diego se reinventó. Se sumergió en sus estudios de literatura y comenzó a explorar su identidad sin el miedo constante al juicio de su familia y su comunidad.
Durante sus años universitarios, Diego conoció a personas que lo aceptaban como tal y como era. Sin embargo, las relaciones románticas seguian complicadas. El dolor de su pasado y el miedo al rechazo seguían latentes, impidiendole abrirse completamente. Aunque tuvo algunos noviazgos, todos fueron breves y superficiales. Diego temía que si alguien llegaba a conocer su verdadero yo, terminaría abandonandolo, tal como había sucedido con Marco y su familia.
Un evento particularmente dramático ocurrió en su tercer año en la universidad. Diego, ahora más seguro de sí mismo, decidió regresar a su pueblo para una reunión escolar. Fue allí donde se reencontro con Marco, quien ahora era un joven adulto, con una vida aparentemente feliz.
Durante la reunión, Diego y Marco tuvieron una conversación honesta por primera vez en años. Marco se disculpó por haberse distanciado y por no haber sido el amigo que Diego necesitaba. Aunque la conversación fue emotiva y en parte sanadora reabrio heridas viejas. Diego comprendió que, aunque podía perdonar a Marco, necesitaba seguir adelante sin aferrarse al pasado.
Ahora, sentado frente a su laptop, Diego pensaba en todo lo que había vivido. Entendia que sus experiencias habían moldeado su confianza. Sabia que para alcanzar ese amor verdadero, primero debía sanar sus propias heridas y aprender a confiar de nuevo.
La vibración de su teléfono lo saco de sus pensamientos. Era un mensaje de Andrés, invitandolo a una reunión para discutir un nuevo proyecto en la editorial. Diego sonrió, agradecido por tener amigos que lo apoyaban y lo entendían. Mientras se preparaba para salir, Diego decidió que era hora de dejar atrás los fantasmas de su pasado. Se prometió a si mismo que no dejaría que el miedo y el dolor dictaran su futuro.
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Secretos y Amor en el corazón de una Metropolis #PGP2024
RomanceLa historia sigue los pasos de Alejandro y Diego, dos hombres adultos que se encuentran en circunstancias inesperadas. A medida que sus mundos chocan, se ven envueltos en una relación que desafía las expectativas y las convenciones sociales. Mient...