Capitulo 7: Un Respiro de Amistad

11 4 13
                                    







Era sabado por la manana y Alejandro se desperto con el sonido de su telefono vibrando sobre la mesita de noche. Se estiro, cogio el dispositivo y sonrio al ver el mensaje de su mejor amigo, Javier.

"Listo para nuestra aventura de hoy? Nos vemos en la cafetería a las 10"

Alejandro se levanto de la cama, se dio una ducha rapida y se vistio con un jeans y una camiseta comoda. Se sentia emocionado por el dia que tenia por delante. Desde que comenzo su carrera como arquitecto, los momentos de ocio habian sido escasos, y salir con Javier era una de las pocas oportunidades que tenia para relajarse y desconectar del trabajo.

Llego a la cafeteria, el aroma a cafe recien hecho y a pasteles horneados lo recibio calurosamente. Javier ya estaba alli, sentado en una mesa cerca de la ventana, sonriendo y levantando la mano en senal de saludo.

—¡Alejandro! Justo a tiempo —dijo Javier mientras se levantaba para abrazarlo.

—Hola, Javi. ¿Listo para nuestro día? —respondió Alejandro, devolviendo el abrazo con entusiasmo.

Se sentaron y pidieron dos cafes con leche y una seleccion de pasteles. Mientras esperaban, comenzaron a ponerse al dia sobre las ultimas novedades de sus vidas.

—Entonces, ¿cómo va el trabajo? —preguntó Javier, tomando un sorbo de su café—. He oído que tienes un proyecto nuevo entre manos.

Alejandro asintió, agradecido por la oportunidad de haber de algo distinto al estres diario.

—Sí, estamos trabajando en un complejo residencial nuevo. Es emocionante, pero también agotador. Hay tantos detalles a considerar y no puedo permitirme cometer errores. Pero, ¿y tú? ¿Qué tal el restaurante?

Javier era Chef culinario y tenia su propio restaurante, amaba mucho su trabajo, aunque a veces le resultaba emocionalmente desafiante.

—Pues, ha sido una semana intensa. Tuvimos un par de clientes complicados, pero lo que más me está afectando son las campañas anti-LGBTQ+ que están afectando a algunos de nuestros clientes mas frecuentes y la tensión se siente en todas partes.

Alejandro fruncio el ceno, comprendiendo la gravedad de la situacion. Sabia que las campanas promovidas por Esteban Ramirez estaban creando un ambiente hostil y peligroso.

—Es terrible lo que está pasando —dijo Alejandro, suspirando—. Tenemos que hacer algo para contrarrestar todo este odio.

Javier asintio, pero cambio de tema, queriendo disfrutar de su tiempo juntos sin tanta pesadumbre.


Paseo por el parque:

Despues de terminar el desayuno, salieron a caminar por el parque cercano. El sol brillaba y una ligera brisa hacia que la manana fuera perfecta para un paseo. El parque estaba lleno de vida; ninos jugando, parejas paseando de la mano y personas mayores disfrutando del aire libre.

—¿Te acuerdas de cuando solíamos venir aquí de niños? —dijo Javier, sonriendo nostálgicamente—. Solíamos competir para ver quién podía correr más rápido hasta el lago.

Alejandro rio, recordando aquellos dias despreocupados.

—Sí, y tú siempre ganabas. Nunca entendí cómo podías correr tan rápido.

—La clave está en la técnica, amigo mío —respondió Javier, riendo—. Aunque, a decir verdad, creo que solo tenía más energía que tú.

Caminando por el sendero, llegaron al pequeno lago en el centro del parque. Se sentaron en un banco cercano, observando los patos nadar tranquilamente en el agua. El sonido de las risas de los ninos y el murmullo del agua les proporcionaron un momento de paz.

Secretos y Amor en el corazón de una Metropolis #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora