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Los siguientes cinco días fueron la misma rutina, despertar con el otro lado de la cama vacío, frío, sin rastros de que alguien estuvo allí.

Ese día se levantó nuevamente con un suspiro cansado, tomo una ducha y se colocó una pijama nueva, Lewis ya debió haberse ido al trabajo, y lo confirmo al bajar al primer piso y ver todo completamente solitario y a oscuras.

Cómo rutina de todos los días fue a la cocina, encendió la cafetera y comenzó a preparar la mezcla para hacer unos ricos hotcakes, su desayuno favorito.

Una vez que tuvo su plato lleno de hotcakes con la nutella a un lado y el café humeante en su taza se sentó a la mesa siendo acompañado por el abrumador silencio que inundaba toda la casa.

Fue en ese momento, a punto de dar el primer bocado recordó la conversación que había tenido con Alex hace unos días, divorciarse de Lewis, si, era una opción que ya tenía contemplada desde hace tiempo pero jamás se detuvo a pensar correctamente, después de todo lo que ha pasado, pensar en divorciarse de Lewis no era malo.

Decidido, dejo su desayuno de lado y corrió a la sala dónde cogió el teléfono y marco el número de su abogado, un número al cual jamás creyó marcar por ninguna circunstancia. Un tono, dos tonos, tres tonos, los siguió contando con desesperación mientras despeinada su rubio cabello hasta que al fin alguien contesto la llamada.

[Llamada]

señor Russell, buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?

Escuchar la voz del abogado lo hizo sentir un escalofrío recorrer todo su cuerpo, y por un momento considero decirle que habia sido un error y marco el número equivocado, pero el anillo en su dedo anular lo hizo recordar la razon por la cual le llamaba.

abogado Evans, buenos días, lamento molestarlo tan temprano, quería saber si tiene tiempo libre justo ahora, quisiera hablar sobre un tema con usted.

por supuesto, señor, estaré en su casa en media hora.

se lo agradezco, lo estaré esperando.

[Fin de la Llamada]

Su corazón se detuvo por un momento mientras despegaba el teléfono de su oido y lo dejaba en su lugar, ¿En serio haría esto?, ¿Echaría a la basura años de matrimonio?, aún que claro estaba que eso no parecía un matrimonio, eran más como dos extraños compartiendo una misma casa.

Volvió a su asiento delante de su desayuno, aún en sus pensamientos comenzó a degustar tan ricos hotcakes, una vez termino lavo todo lo ocupado y se sentó en la sala un tanto ansioso a la llegada del abogado.

¿Estará haciendo lo correcto?, divorciarse de Lewis le traería más problemas que felicidad, sus padres lo despreciaría por romper un matrimonio que les costó conseguir, sus suegros hablarían mentiras de él poniendo a su hijo como la víctima, los medios creerían tales relatos y él terminaría siendo el villano, lo bueno de esto es que tendría a Alex a su lado, su mas fiel amigo.

El timbre lo hizo saltar en su lugar, sus manos comenzaron a sudar y de pronto se sintió sofocado, ¿Debería abrir la puerta a aquella posibilidad de terminar con su infelicidad?, la respuesta que buscaba era "sí", pero había algo que le retenía.

Finalmente recibió al abogado Evans, y aún con eso que le retenía comenzó a hablarle sobre su situación, el abogado se mostró asombrado pues jamás creyó que lo llamaría para tal cosa.

Otra OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora