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Han pasado cinco años desde que se marcho del lado del Alfa, ahora era feliz viviendo en una linda cabaña en Suiza, el pueblo más cercano estaba a dos kilómetros, pero eso no lo hacía sentirse solo, al contrario, las montañas eran su compañía, además de que dos veces al año Alex lo visitaba cuando podía.

Eran principios de diciembre, hacia demasiado frío pero nada que una buena taza de chocolate caliente y sentarse al lado de la chimenea no puedan arreglar.

Alex vendría a visitarlo mañana, si es que podía, o quizá llegue hasta el día 24, no estaba seguro de cuando llegaría, pero de lo que si estaba seguro era de que no esperaba visitas esa misma noche.

Eran las tres de la madrugada, las calidas mantas que lo cubrían hacían muy bien su trabajo, se podía escuchar el soplo del viento helado, música para los oídos, dicha melodía tan hermosa que no se cansaba de escuchar fue interrumpida por los agresivos golpes en la puerta que lo despertaron de tan agradable descanso.

Definitivamente no era hora de que Alex llegara, aún así se levantó tapándose con la caliente bata que Alex le había regalado hace dos navidades.

Se dirijo a la puerta en cuanto bajo las escaleras, aún adormilado no se percató de ciertas feromonas que lo habían atormentado durante tanto tiempo. Al abrir la gran puerta de madera grande fue su sorpresa al ver a cierto Alfa de tez morena tan solo con un saco negro puesto.

Cualquier rastro de sueño desapareció siendo sustituido por el pánico, en cuanto reaccionó trato de cerrar la puerta, sin embargo el Alfa fue más rápido impidiendo cerrarla, y era tonto luchar contra alguien que te triplicaba la fuerza, por ello ni siquiera intento volver a cerrarla dejando que el Alfa ingresará a su casa.

—tanto tiempo, Omega.

—¿Qué es lo que quieres? —intento no sonar alterado, y lo logro, pero sus feromonas lo delataron.

—tranquilo, no te haré daño Omega, solo vine a llevarte conmigo, me perteneces —hace cuatro años hubiera deseado que que el Alfa fuera por el, pero ahora, habiendo pasado cinco años ya no sentía lo mismo, sí, quizá en el fondo aún sentía algo por Lewis, pero lo mantenía encerrado en una caja fuerte en el rincón mas alejado—. El día que te fuiste, cuando desperté, ví tu anillo y los papeles de divorcio con tu firma en ellos —del abrigo que traía puesto sacó el anillo y los papeles del divorcio, la firma del Alfa no estaba en ellos y sintió su cuerpo temblar, eso solo significaba una cosa—, nunca firme los papeles, así que aún soy tu esposo, te busque durante cuatro años sin encontrar pista de ti, hasta que note que tú noviecito siempre compraba boletos hacia Suiza dos veces al año, cada navidad y cada día de tu cumpleaños; no fue para nada discreto así que agradecele por ayudarme a encontrarte.

Sintió que se le iba el aire, no podía regresar con el, no quería, estaba bien ahí en Suiza, lejos del Alfa y de todo lo demás, lejos de la indiferencia, lejos de la casa que alguna vez compartió con el moreno.

—no quiero regresar —susurro más para si mismo que para el Alfa, aunque por la distancia que había entre ambos el moreno lo pudo escuchar correctamente.

—no te lo estoy preguntando, vendrás conmigo, partiremos ahora mismo, deja todo en esta sucia cabaña, te conseguiré todo lo que necesites allá —y ahí estaba de nuevo, el Alfa que siempre lo trataba como un bicho.

Hizo caso omiso y subió a su habitación, empacó unas cosas en la única maleta que tenía y bajo nuevamente, aún tenía puesta su pijama y la bata que le regaló Alex.

—el auto espera.

Lewis salió de la cabaña y lo espero a un lado de la camioneta, no quería hacerlo, no podía regresar, no tenía razones por las cuales regresar, ni siquiera personas a las cuales ver, solo Alex, el era el único que tenía, lo único por lo que regresaría, pero Alex jamás lo obligaría a regresar.

No tenía más opción, Lewis era su Alfa, debía hacer lo que el dijera, quisiera o no hacerlo, debía obedecer a su esposo, por qué así eran las cosas, el Alfa mandaba mientras que el Omega obedecía.

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No sé que onda, de la nada Wattpad me dejó de cargar cuando iba a seguir contestado comentarios de la historia "¿¡NIÑOS!?".

PERO EN FIN.

Iba a decir que posiblemente actualizo esa historia en la noche, exactamente no se a que hora, pero prometo que actualizaré hoy esa historia.

Por otro lado, la otra historia no se cuando la actualizaré, y es que también me está naciendo la necesidad de editar los capitulos que ya están publicados, aunque no es seguro si lo haré o no.

Nos leemos luego.

Otra OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora